Aciertos y errores del debut
La primera jornada del sinuoso camino al ascenso pasó y dejó su análisis. Nombres propios, esquema, rendimientos y falencias. ¿Qué dejó y que adeudó el "verde"?
Se puso en marcha la parte más exigente del torneo y el margen para el error es muy pequeño. Sportivo y su versión 2018 ya saltaron al campo y según su entrenador, el sado fue más negativo que positivo: "Perdimos dos puntos importantes" afirmó el DT.
De todos modos, más allá del resultado final, el análisis sobre el rendimiento grupal e individual, es la prioridad por estos tiempos, ya que se trata de pulir virtudes o corregir falencias, para comenzar a sumar de a tres.
En el arco, el reproche del hincha durante la semana previa, parece quedar enterrado. Cosentino enamoró a todos en Copa Argentina, pero Portigliatti volvió a demostrar solidez y si bien no fue muy exigido, justificó absolutamente su presencia.
Dentro de las cosas positivas, la defensa mejoró mucho. La transición en el retroceso y la cobertura de espacios a la hora de la no tenencia de pelota, se hizo al pie de la letra. El fondo no mostró fisuras, incluso, con un notorio mejoramiento en la pelota aérea. Viéndolo de esta manera, los cuatro del fondo aprobaron, solo restaría por corregir, algún que otro desorden de Ponce a la hora de elegir atacar y no volver en tiempo y forma.
En cuanto a los dos de contención, fueron de lo mejor del partido. Nievas y Mazzola, dueños absolutos del balón. Bien parados siempre y con un primer pase muy preciso, hicieron jugar a todos y fueron el alma del equipo. Aprobados como dupla.
En la línea de creación y en el ataque, han quedado las principales deudas del juego. Los extremos, Triverio y Bareiro, estuvieron ausentes en aporte. Fríos, muy fríos a la hora de tomar decisiones. Se mostraron poco, perdieron siempre en el uno contra uno, incluso interpretaron mal las necesidades, centros y más centros, a la presencia de un bajo Catube, en medio de dos "gigantes" centrales, que nunca, ni por arte de magia o un milagro, podrían haber terminado en gol. Encarar, tirar diagonales, romper líneas en el mano a mano, era lo que tenían que hacer y no lo hicieron.
El hombre generador, David Muller, esta vez falló. Tiene el dinamismo que el equipo necesita, tiene la habilidad y el desequilibrio, pero el domingo, careció de pausa, de ideas, si bien los extremos no ayudaron en nada, el "rey" David tampoco supo ser paciente para planificar los ataques. Encaró, encaró y solo encaró a chocar siempre con un paredón. El "10" careció de ideas y protagonismo.
Arriba, Fernando Catube. Excelente en el trabajo sucio. Retroceder, recibir a espaldas, generar espacios. Poco juego aéreo y muy apresurado en los intentos de definición, de todos modos, el juvenil volvió a mostrar que el puesto, no le pesa en absoluto.
Las variantes, las tres positivas: Aróstegui le dio batalla a los corpulentos centrales. Su físico le permite genera espacios, de todos modos, su lentitud y falta de confianza en la definición, lo siguen poniendo en duda. Capellino, lo mejor lejos. Decisión, rapidez y claridad en su juego. En poco tiempo en cancha, generó más desequilibrio que en todo el resto del juego donde no participó. Francia, la gran duda. Lento, pero pensante. Hace un equipo más predecible, pero tiene la capacidad de romper líneas con su precisión y calidad. Ideal para continuar ingresado en el complemento.
Hubo aciertos y hubo errores. ¿Habrá que pulir o habrá que cambiar?. El torneo no da descanso y en poco menos de una semana, el "verde" deberá mejorar su imagen, porque tendrá tres importantes y decisivos cotejos en frente.