Antonio Silio, la leyenda viva
El entrerriano, de 51 años, pasó ayer por nuestra ciudad. Sus récords, dos décadas después, aún se mantienen inalterables en el mundo del atletismo. Silio es dueño de cuatro mejores marcas en Argentina y tres en Sudamérica. Ayudando a la organización de la maratón 21 k de San Francisco, el histórico corredor argentino aceptó un mano a mano con LA VOZ DE SAN JUSTO y repasó su maravillosa historia. Imperdible!!!
En el mundo del deporte hay personajes que transitan sin dejar demasiadas marcas. Otros lo hacen generando huellas difíciles de borrar. Claro que todo depende de la disciplina en la que se mueva. En el caso del atletismo hubo grandes deportistas que marcaron un hito. Uno de ellos fue Antonio Silio, un entrerriano que con el correr de los años se fue transformando en uno de los grandes emblemas de la vida deportiva de nuestro país, aunque sin que mucha gente lo conozca.
De hecho, Silio fue el mejor fondista argentino, con actuaciones descollantes que lo pusieron en el tapete de la elite internacional. El subcampeonato mundial en la media maratón en Newcastle, Inglaterra, en 1992, fue el momento de mayor esplendor en su dilatada carrera. No por nada es el recuerdo más feliz que esgrime, pese a sentir cierto grado de frustración "porque considero que podía haber dado un poco más" dice en tono nostálgico. Ni hablar cuando de su boca fluyen, aunque con sabores dispares, las referencias acerca de los dos Juegos Olímpicos (Barcelona 92 y Atlanta 96) en los que estuvo presente.
Sus primeros pasos en el atletismo requirieron de muchísimos esfuerzos físicos y económicos, pero hoy eso es exteriorizado como una de sus principales banderas. Su nombre se menciona con asiduidad no sólo por todo lo que representó, sino porque a pesar de sus 51 años sigue siendo el dueño de los récords argentinos y sudamericanos en las pruebas de los 5.000 (13miutos 19 segundos), 10.000 metros (27 minutos 38 segundos) y media maratón (2 horas 9 segundos).
El entrerriano, que se formó en Buenos Aires desde los 15 años y dio el salto de calidad cuando a los 22 se fue a España, llegó ayer a nuestra ciudad para colaborar con los detalles finales de la organización del Maratón 21 k, que tendrá vida en San Francisco este domingo por la mañana y tras varias reuniones, visitó LA VOZ DE SAN JUSTO y se animó a repasar su historia.
En nuestra redacción, Silio repasó videos de sus competencias, sobre todo el subcampeonato mundial de 1992, en la media maratón de Inglaterra, cuando llegó a metros del keniata Benson Masya y acribilló con un ritmo demoledor a un malón de atletas del continente negro. Este Silio que ya pasa el medio siglo de vida y que hace docencia con su experiencia, se le parece en todo a aquellos maratonista de elite mundial. Habla sereno, convencido y remata las frases con certezas; así corría... imperturbable.
En el mundo, desde ese 1992, lo valoraron y aplaudieron todos. Igual, Antonio prefiere decir que "nunca temas no ser conocido, teme no estar orgulloso de ti mismo".
-¿Cómo fueron tus comienzos?
-Fue un romance medio tardío, a los 15 años en Nogoyá, ahí estaba en la
escuela y apareció un profesor que enseñaba atletismo, pero a mí me gustaba
mucho el fútbol, hasta el día de hoy me gusta mucho, pero me convencieron para
correr, me preparé y corrí en 100 metros
donde quedé último, no tenía velocidad, por eso después empecé a probar
distancias largas, que era donde mejor me sentía, pero no me gustaba, no quería
saber nada, gané en Paraná y en Chaco salí Campeón Argentino, los resultados se
daban, pero yo no quería saber nada.
-Pero ante los resultados inmediatos, era obvio que
cualidades naturales tenías...
-Las condiciones estaban, a mí me ayudaba a que nunca
especulaba, yo estaba bien físicamente, salía a dar todo lo que el cuerpo daba,
nunca tuve limitaciones, por eso me fue bien, nunca propuse al principio
carreras técnicas, sino todas mentales, fuerte de cabeza y a correr.
-A las fuerzas, pero te metieron en el mundo del atletismo...
-Y sí, porque iba por obligación y ganaba, empecé a ganar en
Villa María, torneos nacionales, incluso gane con obstáculos, empecé a hacer
records argentinos en juveniles, cuando vi estos resultados deje de jugar al fútbol,
si bien no sabía hasta donde hubiese llegado en el fútbol, me la jugué y me
largue en el atletismo, por eso con 17 años me fui a Buenos Aires.
-Arrancaste a los 15 y en solo dos años, llegó el desarraigo
de tu hogar...
-Fueron los años más difíciles, terminar la secundaria y
viajar a vivir allá, me fui a entrenar, extrañaba, me tocó el Servicio Militar,
todo junto, demasiado para un joven, me enfermé por no dormir, fueron años de
loco, no descansaba, entrenaba mucho, pero eso me ayudó a crecer mucho, valió
el esfuerzo, porque en poco tiempo me consagré Campeón Sudamericano.
-Ni bien desembarcaste en Buenos Aires, empezaste a ser
parte de la Federación Argentina de atletismo...
-Y se empezaron a dar mis primeros viajes al exterior, debuté
en Colombia, después Venezuela, los resultados se daban, entonces empezamos a
ver que Argentina y sus competencias quedaban chicas, yo era menor, pero a la
vez corría carreras de adultos, en 10 kilómetros por ejemplo, donde llegué a
ganar acá en Argentina.
-Vas contando y vamos viviendo esa inmediatez con lo que se
dio todo, pero el saltó más grande llegó a tus 22 años...
-Y...había llegado el momento, me fui a vivir a España, con un
compañero, hoy un gran amigo, empezamos de cero, tuvimos que ganarnos
confianza, ganar sponsor, pero por suerte a los dos meses de correr, ya me
contrataron y empecé a competir en Europa.
-En Argentina o en España, los resultados fluían, todo indicaba que tenías que correr y vivir del atletismo...
-Las cosas se daban rápido, eso es verdad, pude en España
empezar a vivir de esto, con sueldo, con invitaciones torneos, conocí toda
Europa, corrí muchas veces en Japón, incluso fui invitado especial a la Maratón
de Nueva York, después llegaron los Juegos Olímpicos, el de España, fui el
primer finalista olímpico en pista de Argentina, el año 1992 fue el mejor,
incluso a fines de ese año logré el subcampeonato en Inglaterra, corrí a un
gran ritmo, marque records en su entonces, y así, en el 93', en el 94',
corriendo por el mundo, en Hamburgo, en Inglaterra, en todo el mundo por suerte pude lograr cosas
muy importantes.
-Sos de recordar todos esos instantes de tu carrera...
-En aquél entonces uno no medía la magnitud de lo que estaba
logrando, en mi caso solo trataba de mejorar mis marcas, en aquel entonces no
había mucha prensa tampoco, nadie sabía nada, hoy todo se conocen, se divulga más
la información, uno nunca es profeta en su tierra, por eso es que recién ahora
es cuando la gente lo reconoce, yo siempre estuve orgulloso de lo que logré, lo
recuerdo a diario y los del mundo del atletismo me lo hacen recordar.
-¿Cambiaron los tiempos en el atletismo?
-Creo que sí, antes nos preparábamos mucho, muchísimo, no
corríamos mucho, no había grandes competencias y muy cercanas, por eso era
mucho entrenamiento y esperar, hoy los chicos buscan resultados antes que
trabajo, yo creo que hoy se preparan mucho menos, esa es la única diferencia,
dan hasta donde se pueda y no se preparan para objetivos grandes.
-Es tan profunda la huella que dejaste, que casi tres décadas
después, aún nadie superó tus records...
-Esa es una satisfacción muy grande que tengo, los records quedan, mucha gente me escribe
siempre, yo estoy orgulloso y cada día valoro más los tiempos, que nunca los
busqué, pero a aparecieron solos y eso que antes no teníamos nada de
regenerativos, ni suplementos, entrenábamos y corríamos luego de tomar mates.
-¿Cuáles son los secretos de un maratonista?
-Mucho entrenamiento, yo soy de los que sostengo que hay que
terminar las competencias bien, no terminar sufriendo, para hacerlo bien es
mucho entrenamiento, tener naturalidad, ganas, no tener limites y mucha
dedicación, a y no tenerle miedo a los rivales, con entrenamiento nadie es más
que nadie.
-¿Te costó retirarte?
-Lo hice de un día para el otro, hace ya unos 12 años, me
costó mucho, me dolió mucho, me retiré porque en el deporte moderno había cosas
que no me gustaban, el doping entre ellas, no entiendo eso, no entiendo cuando
el deporte deja de ser natural, para ser comercial, me dolió, pero me quedó la
satisfacción de haber vivido del atletismo, mi papá siempre me decía, deja de
correr y anda a trabajar, por suerte pude demostrarle que trabajé del
atletismo.
-Hoy, desde afuera, organizas las competencias....
-Estuve muchos años en Buenos Aires, hasta que creció, se
hizo gigante, ahora hace cuatros años que ayudo en Córdoba, también con mucho éxito,
pero con poco apoyo, cuesta mucho hacerles entender a los gobiernos que ayuden
y apoyen al deporte, de todos modos, el crecimiento masivo del atletismo a
nivel país demuestra solo día a día que necesita tener más apoyo económico,
ojalá se vaya dando lentamente.
-¿Formaste una familia? ¿Dejas algún heredero en el
atletismo?
-Tengo dos hijos que viven en España, no me casé, pero me
junté con una francesa que conocí corriendo, uno de mis hijos se recibió de
kinesiólogo, el más chico está estudiando, ellos los tres viven en España, yo
voy y vengo con el trabajo, el más grande hace triatlón, entrena mucho, lo veo
con condiciones, mucha voluntad, creo que puedo ir mejorando la marca día a día,
yo solo quiero que mis hijos hagan deporte y lo disfruten.
-Es un placer tenerte en San Francisco, organizando este
nuevo maratón...
-Para mí es un placer estar acá, San Francisco es una de las
ciudades más grandes de Córdoba, solo le recomiendo a la gente que la disfrute,
estoy feliz que se animen a esta organización, esta maratón va a ir sumando
gente con el correr de los años, acuérdense, ahora se empieza con 300
corredores, pero ya va a ir sumando gente, estoy ayudando en la promoción del
evento, feliz de que se pueda hacer y de que apoyen este desarrollo.