Con la bandera de la integración social
En época de verano la Escuela Municipal de Deporte Adaptado a través de su plan de natación sigue contribuyendo a la superación de personas con discapacidad ..subtitulo
La Escuela Municipal de Deporte Adaptado continúa cumpliendo a pleno con su planificación. Ahora en época estival, la puesta en marcha del plan de natación concentra una intensa actividad en la pileta del Polideportivo Municipal en pos de propiciar la adaptación de niños y jóvenes con capacidades diferentes en el contacto con el agua.
Allí diariamente un capacitado grupo de profesionales, en sus diferentes funciones, contribuyen al mejor desenvolvimiento de sus alumnos, en un ámbito educativo de auténtica calidez humana.
En ese contexto, el profesor de Educación Física, Leandro Giailevra y la acompañante terapéutica, Yamila Bustos en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO aludieron a la tarea que se desarrolla en ese especial espacio didáctico, en el que se enarbola la bandera de la integración social.
-Ahora en el agua el objetivo sigue siendo el mismo...
-El objetivo de la Escuela es integrar, es la palabra clave del proyecto. La idea es darle el espacio a la gente con discapacidades y que puedan participar de todas las ramas de los deportes individuales y de conjunto. Y obviamente, en el verano se lanzó el plan de natación de la Escuela Municipal de Deporte Adaptado que solamente se trabaja todo lo que es actividad en el agua como ambientación, rehabilitación, técnicas de nado. (Giailevra)
-¿Quiénes conforman el equipo de trabajo?
-El equipo está integrado por profesores de Educación Física y acompañantes terapéuticas, cuyo trabajo en conjunto es para lograr un mejor trabajo individual de los chicos porque es muy personalizado.
Hay que tienen alguna capacidad que nos le impide aprender alguna técnica de natación, entonces ellos se pueden manejar más por su cuenta, y pueden ser más independientes.
Después tenemos otros chicos con diferentes tipos de discapacidad que son más limitados en el sentido de la capacidad física, entonces nosotros estamos pendientes de tratar de satisfacer las necesidades de cada uno.
Aquellos que no pueden aprender alguna técnica de natación pueden ser estimulados a través del juego, con distintos elementos como pelotas, colchonetas. (Bustos)
-¿Con qué cantidad de alumnos cuentan?
-En planilla tenemos anotados 58 chicos, pero a veces no asisten todos, obviamente su discapacidad les impide poder hacerlo pero están asistiendo entre 42 a 46 chicos, ese es el promedio.
Algunos tienen discapacidades intelectuales, otros más físicas, pero dependiendo de eso, nosotros vamos adaptando las actividades para que todos puedan realizarlas en la pileta. (Giailevra)
-¿Cómo es el día a día?
-Las clases son de lunes a viernes en el horario de 9.30 a 12. Los chicos llegan y los recibimos con el desayuno, luego cuando tenemos el grueso del grupo, entre 10.15 y 10.30 entramos al agua que es una hora en donde se trabaja con todos desde ambientación, rehabilitación, técnicas de nado y después tienen un rato de pileta libre la cual se comparte con el plan de natación convencional. Entonces ese es el momento de inclusión. (Giailevra)
-Es grato ver como los chicos de la otra escuelita se acercan y se ofrecen para ayudarnos, es hermoso, muy gratificante. Es una posibilidad linda que ofrece el agua, dentro de ella no hay diferencias. (Bustos)
-Una loable tarea en la que deben ganarse la confianza del alumnado...
-No es fácil. Durante el año el chico está acostumbrado a su sistema. Ellos asisten a las instituciones que hay en la ciudad llámese Apadim, Cottolengo, Aprid, escuela Ana Sullivan, entonces ven las mismas caras durante todo el año, sus mismos docentes, mismo grupo y entonces cuesta romper esa barrera, porque aquí son caras nuevas, entonces los primeros días son complicados de ir entrando en confianza con el alumno.
Claro que una vez que se creo el vínculo es muy lindo porque ellos se brindan y nosotros nos brindamos a ellos totalmente. No dejamos de aprender de ellos, es una experiencia fantástica. (Giailevra)
-Un proyecto llevado a cabo y que merece las mejor de las críticas..
-Si bien todos los centros trabajan de manera individual, esto de poder congregarlos en un solo espacio fue una idea muy acertada de parte de la Municipalidad ya que era algo que le estaba faltando a San Francisco. La sociedad está respondiendo y lo está viendo como parte de ellos. (Giailevra)
-Un trabajo que no sabe de vacaciones...
-Todo se realiza en el marco de la Escuela Municipal de Deporte Adaptado, en verano se deja de trabajar con los demás deportes y solo se realiza natación.
Terminada la temporada de verano, la Escuela continúa sus tareas pero con las otras disciplinas individuales y de conjunto, tales como el atletismo, fútbol, básquet, handball, todos en el Polideportivo Municipal. (Giailevra)
-La convocatoria es abierta para todos...
-Es a partir de los seis años y hasta hemos tenido alumnos de 60 años, los que de acuerdo al tipo de discapacidad que tenga se los agrupa en capacidades y disponibilidades que ellos tiene para esto.
Pero todos con su discapacidad son capaces para hacer algún tipo de actividad. A lo mejor no pueden nadar una pileta entera, pero pueden jugar con pelotas, saltar. (Bustos)
-¿Algo para agregar?
- Queremos agradecer al intendente Ignacio García Aresca y al director de Deportes Juan Iturburu no solo por darnos el espacio de trabajo sino por darle el espacio de integración a las personas con discapacidad que en San Francisco faltaba. Lo supieron ver y apostaron a un proyecto que nos hace sentir orgullosos y los chicos lo disfrutan.
Aprovechamos esta oportunidad para invitar a la población a que se acerque a ver de qué manera se trabaja, que se saquen las dudas que puedan tener. A quienes tienen familiares con discapacidades y que no están yendo.
Que se lleguen a observar un espacio donde la calidez humana se marca por sobre todas las cosas y donde se trata de que los alumnos estén bien, poniendo en segundo plano su discapacidad, haciéndolos que verdaderamente se sientan parte de la sociedad y que su discapacidad no sea un impedimento para nada. (Giailevra y Bustos)