Cosechó su siembra
Ariel Bernabei evocó la inolvidable temporada vivida como entrenador del Cultural de Arroyito como así también dirigiendo a los seleccionados de San Francisco y Córdoba.
El 2018 seguramente perdurará por siempre en su memoria. Un año mágico en lo deportivo y quizás con el que muchos entrenadores podrían soñar. Y no es para menos, si tuvo a su cargo selecciones a nivel provincial y nacional, pero lo que es más importante, instaló a su club en el historial del baloncesto cordobés, con todo lo que ello significa.
Un cúmulo de éxitos conseguidos a base de trabajo y sacrificio, por ende disfrutados a pleno, más aun cuando pudo compartirlos con su hijo en cancha, un privilegio que muy pocos se pueden dar.
Ariel Bernabei, entrenador del Deportivo y Cultural Arroyito, en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO habló de esta excepcional temporada basquetbolística sustentada también con valores deportivos y humanos que lógicamente derivaron en la mejor cosecha.
-¿Cómo definirías el espectacular año que viviste?
-Este año fue increíble desde principio a fin. En todas las categorías hubo mucho aprendizaje y se lograron cosas muy buenas, un año de trabajo con muchos partidos y un gran sacrificio.
-¿El título provincial U15 y la posterior disputa del
Argentino, fue el logro más importante?
-Salir campeón provincial en una categoría formativa, del interior, en una población de pocos chicos para el básquet, es un logro que pocos equipos consiguen. Y que eso nos llevo a jugar nivel nacional la verdad fue algo soñado. Es lo más importante porque lo tienen que ver como un tesoro, les dije, no todos logran esto y pasará una vida y ellos serán los campeones provinciales.
-¿A nivel local el Cultural Arroyito tuvo la temporada que
esperabas?
-A nivel local Cultural tuvo una temporada muy buena, es algo que con el trabajo que traíamos de años anteriores sabíamos que iba a dar sus frutos. Con el U15 fuimos campeones invictos en el Apertura y el Clausura, después logramos el título provincial que nos llevó a jugar el Argentino, y además ganamos el torneo "Rosso- Macagno" de El Ceibo.
Después con los U17 y U19 tuvimos un interesante protagonismo en las copas de oro y plata de ambos certámenes.
En primera división no se clasificó, jugamos con los chicos U19, U17 y U15 más un refuerzo de San Francisco. Fue admirable ver a algunos chicos haciendo su debut en primera.
Un párrafo aparte para Jony, Josema, Matías y Guille que contuvieron y defendieron a un grupo de chicos que dieron la vida por este equipo, emocionó verlos dar todo por la camiseta.
-¿Hubo un crecimiento en el nivel de la disciplina?
-Creo el club creció en todo aspecto y en el tema básquet, la verdad que estoy orgulloso de verlos jugar de la forma en que lo hacen. En mi primera práctica les dije hay muchísimo para mejorar y hacer, pero veía que el material estaba, aunque no todos lo veíamos iguales, los chicos crecieron enormemente. Aprendieron a lanzar al aro, éramos un equipo de característica defensiva, pero unos jugadores de corazones enormes.
-Entonces fue una buena decisión ir a dirigir a Arroyito...
-Dirigir en Arroyito fue algo muy acertado. Al club le debo todo lo que me pase de ahora en más. Crecí junto a todos, pude poner en práctica lo que yo creo es el básquet con aciertos y desaciertos pero agradecido.
-¿Qué significó poder dirigir San Francisco?
- Dirigir a San Francisco la verdad me llenó de orgullo. Fuimos con U15 al Final Four junto a Córdoba, Villa María y Sudeste. El torneo que se hizo en Marcos Juárez fue muy parejo. El equipo tuvo mucha garra y corazón, y eso ayudo a ser subcampeones, logro importante ya que de esta forma estaremos en el próximo Final Four.
-Conducir la selección de Córdoba en un Argentino también
habrá sido una experiencia inolvidable...
-Tener a cargo el seleccionado de Córdoba para uno que lo vivió primero como jugador y ahora como entrenador fue algo emocionante. Disfrute cada segundo de esa primera convocatoria hasta el torneo en sí. La sede fue Salta, jugamos en un estadio enorme con historia donde jugó la Selección Argentina y ahí estaba yo dirigiendo, reencontrándome con amigos de años.
Lo deportivo tuvo buenas y malas, pero la convicción de que el equipo jugó como yo quise, obtuvimos el séptimo lugar detrás de grandes equipos. Pero esto es básquet y la revancha esta a cada momento.
-Pero seguramente haber compartido con tu hijo el año
deportivo fue incomparable...
-Compartir equipo con un hijo.... la verdad me emociona pensarlo. Me fue duro al principio porque al primero que recriminaba era a él, porque sentía debía ser así, y me llena de orgullo porque pasamos muchas vivencias deportivas, de charla como amigos y de amor de padre e hijo.
Deportivamente creció muchísimo y eso me pone muy bien. El quiere ser jugador de básquet y que puedo decir yo...Agradecido a la vida de haber podido ver a mi hijo obtener triunfos y tenerlo cerca.
-¿Algún mensaje final?
-Creo que mi vida deportiva como entrenador recién comienza, y hoy a muchos chicos del básquet del Club Cultural y Deportivo Arroyito creo que les deje valores deportivos que en la vida les servirán de mucho.
Como padres no tenemos que ser hinchas de nuestros hijos y apoyarlos y hacerles ver aciertos y errores. La carrera deportiva no es larga pero sí da amistades para toda la vida, creo que ese es el campeonato más importante que se gana en el básquet.