Cuando el “Indio” decidió volver definitivamente a su ciudad
En abril del 2000, el "Indio" Navarro le puso fin a su estadía en suelo colombiano y se volvió a nuestra ciudad con su esposa y sus seis hijos. Tras cerrar su carrera como futbolista y trabajar durante más de seis años en el país "cafetero", el histórico arquero volvió a San Francisco y comenzó su nueva vida.
Por Luciano Olivero | LVSJ
Luego de casi seis años trabajando en Colombia, donde
cosechó una carrera magnifica defendiendo los colores del Atlético Nacional de
Medellín, donde hoy en día, aún es uno de sus máximos e históricos
jugadores, el "Indio" Raúl Navarro
decidió regresar a San Francisco y comenzar una nueva vida junto a su mujer y
sus seis hijos allá por abril del año 2000, es decir dos décadas atrás.
Pese al éxito de su trabajo en el país caribeño, el "Indio" decidió volver a nuestra ciudad debido a la difícil situación social que se vivía por Colombia en aquellos años, y tras una dura experiencia vivida por el secuestro de uno de sus hijos, que lo obligó a tomar la decisión de regresar y disfrutar de la tranquilidad que regala San Francisco, en comparación con grandes ciudades capitales del mundo.
Allá por 1994 y tras haber dirigido en dos oportunidades a Sportivo Belgrano, Navarro fue invitado por el Gobernador de la provincia colombiana de Córdoba, para ser la cara visible de un proyecto que tenía como prioridad sacar a los niños de la calle, de las drogas y que se inserten en el mundo del fútbol. Raúl aceptó y regresó a Colombia, donde ya había estado casi 17 años y volvió a instalarse con su familia unos seis años más, hasta ese principio de abril del 2000, cuando pegó su regreso definitivo su ciudad natal: "Voy a cambiar dinero por tranquilidad, mi familia está a gusto en la ciudad, no sentimos muy bien, voy a acordar para trabajar en Sportivo Belgrano, pero el dinero ya no es lo esencial, la tranquilidad es lo que buscamos con la familia" le había declarado el "Indio" a LA VOZ DE SAN JUSTO allá por el año 2000.
"En Colombia la cuestión social está muy difícil, a mí me secuestraron un hijo, aunque antes nunca me había pasado nada, pero la verdad ya no se puede salir a las calles, a la ruta, la gente vive con mucho miedo, ha mucha guerrilla, muchos paramilitares, mucho narcotráfico, y la gente buena lo sufre mucho, yo no se quién secuestró a mí hijo, no me interesa, una vez que arreglas el regreso ya no queres saber más nada" contaba Navarro al regreso a nuestra ciudad.
¿Cómo lo recuerda hoy?
Al "Indio" lo sorprendió ayer el llamado de LA VOZ DE SAN
JUSTO. No pasa por su cabeza está fecha y la conmemoración de los 20 años de su
estadía definitiva en San Francisco: "La verdad es que no me acordaba que ya
son 20 años, como no voy a recordar ese regreso, yo tenía un futuro brillante
para trabajar allá, económicamente siempre conviene porque uno cobra en
dólares, pero volvimos por diferentes cuestiones, primero por la tranquilidad
que ya en esa época en Colombia no había, segundo porque tengo a mí hija con
parálisis cerebral y nos recomendaban venir a Argentina por la medicina, por
suerte acá nos recibieron muy bien, en Sportivo Belgrano, después con el tiempo
abrí la Escuela de Fútbol, acá logramos todo laboralmente y en tranquilidad,
pero nunca encontramos la solución en la salud de María Natalia, mí hija,
renegamos mucho con su tratamiento, con su cuidado, pero si tengo que hablar de
estos 20 años ya instalados definitivamente acá, la gente nos llenó de amor,
tenemos la brasería que es muy reconocida y donde la gente me elige mucho y nos
viene a comprar" comenzó diciendo el "Indio".
*Escuela de Fútbol: "Fue un proyecto innovador para la ciudad, después gracias a la primera escuela que creamos, empezaron a crearse otras, nos fue, en algunos proyectos no tan bien, pero siempre mí idea era armar un proyecto que le permita a los chicos salir de la calle y jugar a la pelota, sin pensar en la competencia, se dio, dio resultado, me hizo muy feliz ese proyecto mientras duró"
*Los pollos del "Indio": "Mi hijos ya no me dejan trabajar
mucho en la brasería, igual es imposible que me corran, necesito estar siempre,
la verdad es que estoy muy agradecido a la gente por elegirnos día a día, muy
feliz con el cariño que me dan, San Francisco para mí es todo, no me arrepiento
nunca haber regresado, solo me lamento que este país no me haya ayudado en la
salud de mí hija"
*Allá por el 2000: "Cuando regresé me agarró el corralito, entonces me fui a vivir a una casa de un gran amigo como Eduardo Borgogno, me prestó una casa, fuimos muy felices, costó al principio, pero después me fui instalando, estoy feliz porque siempre que pude ayudar, ayudé e hice obras de caridad, el corralito nos había arruinado, pero fuimos saliendo lentamente y hoy por suerte disfrutamos de un momento muy lindo y solido en la familia, allá por el 2000 tuve que trabajar en Organización Cacho, ahí aprendí todo sobre la gastronomía y hoy vivo de eso"