El “Tigre” dio el zarpazo
Con una actuación consagratoria en patio ajeno, José Gregorio Ulrich (89,500) le mojó la oreja al presuntamente favorito púgil rioplatense Patricio Pitto (87) en la sede de la porteña Federación Argentina de Boxeo ubicada en el porteño barrio de Almagro y tras 10 intensos asaltos disputados se coronó campeón nacional de la categoría crucero el sábado último para la algarabía de sus paisanos de María Juana y toda esta gran región que nos comprende.
Para juzgar esta pelea hay que analizar el porqué de la desidia y la actitud socarrona del grandote del barrio de Caballito que apoyado en las cuerdas esperó mansamente las arremetidas de Ulrich, habrá sido quizás para sorprenderlo con un gancho ascendente o esperando que se ahogue para luego tomar él las riendas, si fue así esa teoría no le funcionó y en vez envalentono más al pupilo de Rubén Rojas quien concentró el castigo a las zonas blandas.
Entonces, lo siguiente para Pitto fue salir de la guarida e ir al palo por palo en el centro del ring con "el Tigre" quien no solo aceptó el convite sino también lo arrodilló en la lona en el trayecto del cuarto round al protegido del promotor Mario Margossian con un doble cross de derecha e izquierda, gran acción del santafesino que lo puso al borde del nocaut al capitalino.
En el noveno capítulo del match José soportó el descuento de un punto por parte del referí Gustavo Tomas al adelantarse atacando con la cabeza peligrosamente baja, en tanto Pitto ensayó un par de ataques desesperados para torcer su destino en este match ante el joven pupilo del promotor Gerardo Meroi en el décimo y último asalto de esta contienda. Aunque su suerte ya estaba echada.
O no tanto, porque en una noche tal vez desgraciada el juez Manuel Veliz estableció en su tarjeta 97-94 a favor de Pitto, menos mal que ajustados a la realidad de lo ocurrido, sus colegas Héctor Miguel: 96-91 y Carlos Azzinaro: 95,5-94. Lo vieron ganar a Ulrich.
El domingo 26 de marzo de 2017 será recordado por siempre en la pujante localidad de María Juana porque un hijo dilecto de esa tierra de gringos y paisanos fue paseado hasta altas horas por el pueblo en una autobomba ante quinientas almas llenas de regocijo por la hazaña de su ídolo. Por ahí andaba orgulloso Manuel Medina un boxeador de los años '60 que fue el primer técnico de Ulrich, seguramente también Rubén Islas quien lo secundó hasta la llegada de su actual técnico Rubén Rojas. Y ni que hablar del "Bayo" Oscar Breggy y Leonildo Pussetto que además de ser un excelente locutor fue fundamental para la organización y logística de los festivales que produjeron en María Juana, San Francisco y otras plazas de la región ¡Salud campeón y salud María Juana!
En el semifondo, en peso welter, el entrerriano Daniel Aquino (66,300) lo venció en un fallo unánime de los jueces al correntino Ramón de la Cruz Sena (65,400) tras 6 asaltos y en un combate suplementario, el dominicano Henry Polanco (71,500) lo venció por puntos en 6 rounds al bonaerense al bonaerense Luis Moreno (70,600).
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