“El triatlón me encontró a mí”, afirmó Boetto
La sanfrancisqueña Dahyana Boetto contó cómo nació su pasión por pedalear, correr y nadar. "Lo que más me atrae de este deporte es la fortaleza que uno va construyendo, es un proceso largo y hay que tener mucha constancia", sostuvo la triatleta.
Para muchas personas la práctica de un deporte es uno de los pilares para una vida saludable, no solamente desde el aspecto físico, sino también desde lo mental y espiritual. Algo que le ocurre a la triatleta sanfrancisqueña Dahyana Boetto, que nadando, corriendo y andando en bici es feliz. "El triatlón me encontró a mí y lo que más me atrae de este deporte es la fortaleza que uno va construyendo, es un proceso largo y hay que tener mucha constancia", subrayó.
"Si pasan dos días o más sin hacer deporte ya me pongo de mal humor, así que claramente no podría vivir sin esto", aseveró Boetto en el comienzo de la charla con LA VOZ DE SAN JUSTO.
"El deporte me encontró en un momento de mi vida donde más lo necesitaba, hace dos años atrás, y desde ahí nunca más paré porque es mi cable a tierra", enfatizó.
Además subrayó: "Me encanta que se le dé visibilidad a las mujeres triatletas de la ciudad ya que somos varias y a veces no se tiene en cuenta para la sociedad que por más que sea un deporte bastante exigente, las mujeres también participamos y competimos. Y realmente espero que de a poco seamos cada vez más".
Al dar más detalles sobre la natación, el ciclismo y la carrera a pie, las tres disciplinas que nuclean al triatlón, "Dahy" -de 26 años- indicó: "Me dedico al triatlón hace dos años. Primero arranqué a nadar cuando era chica, como la mayoría, aprendí a nadar en la escuelita de verano y ya de ahí empecé en el Sport de forma recreativa por varios años hasta que me pasaron al grupo de competición que entrenaba Aníbal Gaviglio. Luego abandoné la forma de competición pero siempre continué nadando recreativamente a lo largo de estos años".
"Retomé en San Isidro y allí conocí a Nicolás Venier, mi entrenador de natación que después se iba a convertir en mi entrenador de triatlón. Empecé a correr por mi cuenta y luego sumé la bici. Claro que no fue algo que se dio de un día para el otro pero en ese momento de mi vida, necesitaba algo más donde descargar mis energías, y el triatlón me encontró a mí. Yo no tenía idea de que existía este deporte tan hermoso", confesó.
"Ahí fue cuando le dije a 'Nico' (Venier) que quería que me entrenara para triatlón, creo que es muy importante tener ese acompañamiento y seguimiento de parte de un entrenador para cualquier tipo de deporte", enfatizó.
Además destacó: "Del triatlón lo que más me atrae es la fortaleza que uno va construyendo, es un proceso largo y hay que tener mucha constancia, pero es increíble como de a poco tu cuerpo va respondiendo al entrenamiento y las cosas que uno puede lograr. Además de las sensaciones hermosas que trae este deporte y cómo te mejora hasta el humor".
Un grato recuerdo
"La carrera que más me gustó fue el triatlón distancia Sprint (700 metros de natación, 20 kilómetros de ciclismo y 5 kilómetros de pedestrismo) que competí en Santa Fe hace un año atrás, me gustó mucho porque me sentí preparada, había entrenado mucho y era la primera vez que nadaba en aguas abiertas, lo que fue una sensación nueva y muy hermosa. Además del hecho de correr al lado de la costanera de Santa Fe, al lado de la laguna Setúbal", recordó.
"La disciplina que más me gusta del triatlón es la natación, siento una paz abajo del agua que no me la da nada ni nadie. Amo el agua. Y la disciplina que más me cuesta es correr, es todo un desafío para mí, por lo que más festejo cada pequeño logro de cada día", aseguró la sanfrancisqueña.
La cuarentena
"En la cuarentena traté de mantenerme activa con lo poco que tenía, alquilé una bici fija, hacia 'gym' en casa y corría en círculos en el patio. Creo que el desafío más grande fue la cabeza, desde que me despertaba, me ponía la calza, las zapas y el top, así ya sabía que estaba lista para arrancar el día haciendo algo. Y como todos en ese momento no sabíamos que iba a pasar así que trataba de mantenerme fuerte y concentrada, fue una lucha con la cabeza todo el tiempo, pensaba que todo iba a pasar en algún momento y así me pasaban los días, gracias a este deporte me conocí de esta manera, de una manera de sacar fuerzas hasta de donde no hay, y ahí juega mucho la cabeza. Tuve que convencerme que esta situación no me iba ganar y que estábamos todos en la misma, así que algo había que hacer sí o sí. Parar no era una opción", aseguró Boetto.
"En lo laboral, trabajo en la municipalidad de San Francisco y trabajé con la modalidad home office así que eso también me ocupaba horas de mis días. A mi familia la pude ver cuando pasó todo y creo que como todos vivíamos a videollamadas, no quedaba otra", explicó.
"Cuando se habilitó entrenar al aire libre fue una felicidad enorme, recuerdo salir a correr con una amiga y compañera triatleta, creo que hicimos 4 kilómetros y sentíamos que no dábamos más e íbamos re lento, así que nos reímos mucho ese día. Estábamos muy felices, nos reíamos, nos abrazábamos, gritábamos... todo el show", sostuvo entre risas.
"Pero sin duda que valió la pena y cada entrenamiento lo veía como algo que hoy está y mañana no sabemos, así que uno lo disfruta ahora con muchas más ganas", acotó la Traductora de inglés.
"Tengo muchísimas ganas de competir"
Dahyana no afloja y sigue con su rutina para volver a competir el año próximo. "Para el 2021 todavía no hay muchas fechas de competencias anunciadas pero igualmente sigo entrenando para que cuando aparezca una, pueda anotarme. Tengo muchísimas ganas de competir. Lamentablemente este año pospuso todas las fechas, pero seguimos entrenando igual".
"Además, el triatlón que organizan mis compañeros triatletas de San Francisco se tuvo que postergar también, obvio que fue una noticia triste pero me lo esperaba porque sé del trabajo y el esfuerzo que les lleva organizar semejante evento, ellos no dejan que falte nada y todos los años ya desde junio comienzan a armarlo. Es un evento al cual no dejan escapar ningún detalle así que es entendible la decisión que tomaron", consideró.
"Este deporte es muy llenador, lleno de desafíos, es muy exigente ya que implica realizar tres disciplinas distintas las cuales ya son exigentes por sí mismas y son muchas horas de entrenamiento, sumado el gimnasio que es re importante para prevenir lesiones", puntualizó.
"También cuento con una nutricionista, Celina Capellino, que me prepara un plan alimenticio acorde a las actividades que hago en el día. Lo que más rescato es el apoyo de mis compañeras y compañeros con los que entreno, nos apoyamos, nos motivamos, nos empujamos siempre para adelante y eso es lo más lindo, compartir entrenamientos juntos y momentos que uno no olvida", dijo con énfasis.
"Yo le recomendaría a todos en general que hagan algo de deporte, no hace falta que sea triatlón en particular, pero cualquier actividad física que les guste y encuentren placer, ya que mejora mucho la autoestima, el humor y tus relaciones personales. Además se aprende mucho de uno mismo y te hace crecer como persona", expresó por último.