"En Sportivo me quedó una espina clavada"
El paso de Sebastián Monesterolo por la "verde" fue efímero, aunque dejó una marca. Uno de sus goles fue clave para la historia del club aunque nunca se pudo concretar el regreso. Además, también repasó su actualidad, como jugador y DT, la importancia de su familia y su nuevo lugar en el mundo: San Jorge.
El paso de Sebastián Monesterolo
por Sportivo Belgrano fue efímero, aunque dejó una marca. Vistió la casaca
verde a lo largo del 2004, jugando el Torneo Argentino B "2003-2004" y la
primera parte del "2004-2005", además de sumar partidos también en la Liga
Regional.
Sin lugar a dudas, su gol más importante para la escuadra de barrio Alberione fue el que le convirtió a Escuela Presidente Roca, en Córdoba, para igualar 2-2 aquel partido -cuando los sanfrancisqueños jugaban con 8 jugadores- y darle la clasificación a los por entonces dirigidos por Daniel Primo.
Después emigró en busca de continuidad y el teléfono no volvió a sonar. "Me quedó una espina clavada en Sportivo. Cuando me volví de afuera, lo hice con una linda edad como para volver al club, tenía 27 años. Mi idea, una vez que volviera, era radicarme en la ciudad, hacía desde los 13 años -cuando se fue a las inferiores de Boca- que estab lejos, salvo en 2004 cuando sí jugué en Sportivo. Esa experiencia en el club, me había agarrado chico con 19-20 años. Para mi regreso de Europa, la idea era quedarme en San Francisco y seguir mi carrera en Sportivo pero no se dio por distintas circunstancias. A lo mejor los técnicos y los dirigentes no me tuvieron en cuenta. Me dio un poco de resignación", señaló.
Sobre el recuerdo de su paso por la "verde", afirmó: "En ese momento estaba conforme. Quizá no contaba con la cantidad de minutos en cancha pero lo entendía, quizá el Argentino B de aquel momento era distinto a los de ahora. Era mucho más agresivo ir a Córdoba, era terrible. Yo lo tomaba por ese lado, de que era chico y en partidos chivos no cualquiera se la juega por un pibe. A medida que fui sumando minutos, que aportaba goles, que cuando me tocaba jugar en la Liga Regional también hacía goles, quise más y decidí buscar la chance de irme y ganar minutos en otro lado".
"Hoy estoy en San Jorge, a 90 kilómetros de San Francisco hace ya 8 años y jamás recibí un llamado para ver cuál era mi situación. Pero todo pasa", añadió.
San Jorge, su lugar en el mundo
"Nosotros estamos radicados en San Jorge y hemos decidido quedarnos acá. Fue una decisión más que nada familiar, por la tranquilidad. Ver que los chicos se pueden manejar solos, es muy importante. Estamos cerca de San Francisco, en una hora estamos allá, por eso tomamos esta decisión", explicó.
Allí, "Seba" defendió la camiseta de Atlético San Jorge y hoy lo hace en La Emilia.
Su actualidad
"La idea de este año era continuar jugando acá en La Emilia. El año pasado, jugué y también dirigía la quinta división en las inferiores. Este año iba a jugar y dirigir reserva y quinta. El año pasado futbolísticamente me fue bien, salí goleador del torneo y eso me impulsó a jugar un año más, que era este 2020. Ahora no sabemos qué va a pasar con la pandemia, qué continuidad tendrá el torneo y cuándo volveremos a entrenar. Eso te lleva a dudar de si seguir jugando o no", dijo Monesterolo.
Con el buzo de DT
"Cuando llegué a San Jorge, me enteré que el curso de DT se podía hacer acá en la ciudad. Quién era el técnico del club, era quien estaba a cargo del curso. Me anoté y hace desde el 2013 que soy técnico recibido. Me gusta mucho. Arranqué con categorías chicas aunque yo pensara que estaba preparado para dirigir categorías más grandes, pero fue un buen arranque y me ayudó muchísimo. De a poco voy subiendo de divisional y ojalá que en algún momento pueda dirigir la primera división", acotó.
Por el mundo
Su paso por clubes de Malta, Kuwait, India, Israel y Malasia, lo convirtieron en un trotamundo y al respecto, señaló que "me tocó vivir muchísimas culturas y estar en contacto con casi todas las religiones. Me faltó estar en África. Pasé por casi todas las religiones que existen, es algo muy importante y muy lindo para el crecimiento familiar diario. Esas vivencias, las culturas, las comidas, nos ayudaron muchísimo a crecer y madurar como familia".
"La idea de irme al exterior tuvo siempre como prioridad Europa. Mi llegada a Malta fue pensando en mostrarme para darme el salto a una liga más competitiva. En ese partido con la Juventus, me vieron y salió una propuesta de Inglaterra que no se pudo concretar por el tema de la ciudadanía. Fue un golpe duro, se me cortó una gran ilusión por un simple papel. Pero de todas maneras lo que vivimos fue inigualable, porque con la edad que fuimos, conocimos muchísimos países, esa experiencia uno la lleva adentro".
La familia
Actualmente Monesterolo está casado y tiene tres hijos. Con Thomas, el más grande de ellos, de 16 años, incluso compartió cancha en la primera división de La Emilia.
"La familia fue muy importante. Si bien cambiaron muchas cosas de antes a la actualidad, siempre estuvieron presentes. Ellos siempre apoyaron mi decisión, cuando surgió la posibilidad de ir a Boca con 13 años, ellos me dieron su apoyo. Eso fue muy importante. Cuando estuve por caer, que fue cuando me fui de Boca después de 5 años, apareció mi señora en mi vida y me ayudó a salir de ese pozo. Fueron un sostén muy importante", cerró.