Enseñar en tiempos de pandemia
Si bien su nombre estuvo muchas veces en las páginas de este suplemento por su relación con el deporte, ya que es desde hace años el arquero de La Hidráulica, esta vez el enfoque nos lleva a su profesión: maestro de escuela primaria. Guillermo Pérez es docente en la escuela Santiago Puzzi de Frontera, un rol primordial en estos tiempos de pandemia.
Unir pasiones es doblemente reconfortante. La profesión deseada, complementada con el gusto por hacer algo en particular, es un encanto. Claro está, a esto hay que sumarle la familia. Un conjunto de situaciones que se van uniendo para formar un todo.
Este es el caso de Guillermo Pérez, alguien que tiene como gusto jugar al fútbol amateur en La Hidráulica, desde hace ya más de 10 años y además es maestro de la escuela Santiago Puzzi de Frontera.
El momento que atravesamos hoy es por demás particular. El fútbol ha quedado de lado y su energía, además de la familia, está puesta en su profesión. Esa que por cierto, lleva adelante con enorme placer y así lo transmite.
Si bien la historia de Guillermo como maestro de colegio primario es conocida, no en un contexto tan peculiar, donde el contacto con los alumnos en el aula no es moneda corriente como cuando vivíamos en la "normalidad".
Con su modo casi psicológico y pedagógico de explicar las cosas, con paciencia como si se tratara de una tarea que le explica a un niño, el arquero de La Hidráulica tuvo un interesante mano a mano con LA VOZ DE SAN JUSTO, donde habló del presente que atravesamos y del futuro que añora.
El deporte
- Este iba a ser ya el décimo tercer año en La Hidráulica. En lo institucional, el club va a tener muchos años para subsanar esto y en algún momento va a ser una anécdota. El problema es que en lo personal estos meses caducan y a mi edad es significativo, perder un año es mucho. De todas maneras uno sabe que es una cuestión de salud, tenemos los resultados de que fue una prevención a tiempo. Estamos en un momento particular, lo sabemos, estamos en contacto con los chicos del club, con excompañeros hablamos cada tanto, no solo de todo lo bueno que conseguimos, también de las vivencias que tuvimos dentro del club.
La educación
- Hace muchos años que vengo dando clases en primero y segundo grado, que es la unidad pedagógica. Veníamos con una costumbre del contacto y el encuentro que te da el aula. Lo que me ayudó es que este año estoy dando tercer grado, entonces estoy con los mismos chicos que ya tuve, con lo cual se me hizo más fácil porque los conozco, pero pensaba que no tuvimos ni un mes de clases y los docentes que tienen a los chicos por primera vez no llegaron casi a conocerlos o entablar un vínculo, el cual ya por sí necesitamos los seres humanos y más aún los niños de la edad de escuela primaria. El encuentro virtual no es lo mismo, pero viene a subsanar esto.
La llegada a los alumnos
- Los medios más comunes que utilizamos son Facebook y WhatsApp. Nosotros tenemos que atender la diversidad, pero lamentablemente no todos tienen el mismo acceso a las tecnologías, no todos responden de la misma manera en ciertos espacios, entonces esas son cosas que dificultan el encuentro. Nosotros lo que estamos tratando de realizar es el encuentro educativo, no con los mismos resultados que otorga el encuentro personal, pero sin dudas que es mejor que desvincularse o no hacerlo.
Lo que hoy mejor funciona es el WhatsApp, porque requiere menos datos, es más simple. Por el contrario otras redes requieren más gastos de datos, hay familias que tienen muchos hijos en edad escolar, se tienen que poner a hacer las tareas, los datos no les llegan, tienen que recargar tarjeta, a veces no tienen internet, entonces empieza un juego en el entramado social que tiene que ver con este acceso a la tecnología, que es muy variado y lo tenemos que tener en cuenta.
La desigualdad
- Después están las personas que no tienen ningún acceso a esos medios y se les imprimen las actividades. En el momento que van a retirar la comida a los colegios, también retiran las hojas. Eso se hace cada 15 días, antes era por semana pero desde el ministerio se cambió al igual que el hecho de no darles de comer en el lugar, sino que se hace un bolsón de mercadería y se le entrega a la familia. La desigualdad se nota más en este momento, pero lo que más se marca, que quizás en el aula no pasa en el trato cotidiano, es el caso de los analfabetos funcionales, donde cuesta un poco más. Se nota cuando uno envía actividades y consignas que por ahí después quien lo vuelve a transmitir, le cuesta. Hay una gran diferencia en el que no tiene alcance tecnológico, o quien si lo tiene pero de manera acotada. Muchas veces uno se encuentra en la disputa en ver el derecho a la educación de los niños y el caos familiar. Sabemos que no todas las familias están preparadas y uno tiene que ser virtuoso a la hora de elegir un contenido para enviarlo, para tener un equilibrio, que estén motivados y que no provoque cierta incomodidad.
El contacto con los padres
- Hoy por hoy estamos haciendo video llamadas, no he hecho reuniones grupales, pero sé que en el colegio se está utilizando. El desafío hoy además de contactarse con los niños es llegar a los padres por estas vías donde podamos aclarar, tranquilizar y pasar un mensaje alentador. Estamos en un lugar donde la función no es solo hacia los niños, la familia es el primer contacto que tenemos y muchas veces se encuentran desbordados por esta situación. Cada familia tuvo que instalar algo similar a una sala de escuela y eso lleva muchas veces caos, crisis y donde hay problemas familiares los amplía, por eso tenemos que tratar de mediar. No tenemos que intensificar los problemas, pero sí garantizar el derecho a la educación de los niños.
Lo que va a dejar
- Soy optimista, creo que todo esto va a servir pero en otros aspectos más que la educación, servirá mucho para lo que va a ser la independencia de los niños, para el valor social del trabajo en la escuela, no solo del rol docente, sino de la escuela en la sociedad. Creo que se le va a dar mucho más valor al trabajo de la escuela. De todas maneras sí se pierden muchas cosas, porque quizás los padres no están preparados para realizar el trabajo de la enseñanza educativa de los niños, aclarando que no son culpables por esto y que es algo lógico, ya que no son maestros. Hay contenidos complejos o elevados y que la familia no tiene el nivel de instrucción para poder enseñarlos. Esos contenidos se están desplazando para que se puedan aplicar en el momento que volvamos.
El cambio en el trabajo
- Ahora es trabajo a tiempo completo. Uno como docente tiene que saber que cada familia es un mundo, donde no todos tienen los mismos horarios y en esa atención a la diversidad, sabe que no hay horarios. Cuando hay clases uno sabe a que hora entra y a cual sale, pero hoy se aclaran temas a cualquier horario. Tampoco es algo que me preocupa, es la descripción de la realidad de hoy, no me molesta. Hace unos días, cerca de las 21.30 estaba haciendo una video llamada con un niño, porque ese fue el horario en el cual llegó de trabajar su mamá y el chico necesitaba una inyección anímica, porque quizás no es lo mismo que le diga algo la madre a que se lo diga el maestro, y me imagino que la madre después de cumplir una carga horario en su trabajo estaba muy cansada como para darle las actividades al niño. Volver a verse las caras, aunque sea por estos medios, es increíble, verles las expresiones a los chicos después de tanto tiempo es muy lindo.
No aburrirlos
- Hoy es un momento particular, donde no hay que aburrirlos a los chicos. Hay que buscar las herramientas para llegarles y que no solo sean actividades donde los padres tengan que ponerse otra vez a hacer algo tedioso. En mi caso, nunca estoy solo aunque soy solitario, llevo la música conmigo y me acompaña mucho. A raíz de eso me apasiona la radio y se me ocurrió llevarla siempre a la sala, para que sea una forma más distendida de dar clases y eso a los chicos les gusta mucho, ellos se relajan y descomprimen mucho. tenemos un micrófono, que aún sin funcionar sirve para que ellos tengan otro estimulo. Estábamos haciendo eso cuando comenzamos las clases, funcionaba, pero se cortó, entonces buscamos la forma de continuarlo y creamos una "radio cautiva", para que los chicos puedan aplicar esto en las actividades que les vamos presentando. Tengo otros proyectos, donde el objetivo es que los chicos puedan tener contacto con un libro, que al final de la cuarentena quizás sin darse cuenta puedan leer uno completo.
El mensaje
- Me gustaría mandarle un mensaje a la comunidad educativa como docente. Estuvimos reunidos de manera virtual con los maestros y queremos agradecerles a las familias por su gran apoyo, por la preocupación y la ocupación, por intentar darle siempre para adelante. Vemos que hay un alto porcentaje de acatamiento de quienes se preocupan por la educación de sus hijos. Muchas veces quedan atrasados, pero uno ve que se movilizan y es muy importante. A los niños les mando un gran saludo, hay que enviarles tranquilidad en este momento y el cuerpo docente con el que estamos trabajando no escatima horas de tareas y por eso nos sentimos acompañados. Ojalá esto nos sirva para ser mejores y evolucionar, que nos traiga valores que sirvan para dilucidar que es importante, y que sepamos que cosas son esenciales en la vida.