La solidaridad no sabe de fronteras
Ya en la misma llegada a Porto Alegre y con poco camino recorrido, una de las cosas que se notaron es que no es una ciudad de las más poderosas de Brasil. Al menos en el sector cerca al aeropuerto, donde se instaló LA VOZ DE SAN JUSTO, la situación para la gente no es la mejor y por ello es que aparecen entidades que ayuden a la gente con necesidades.
Caminando por una avenida de Porto Alegre, aún creyendo que se trataba de un negocio normal, llamo la atención que de una camioneta bajen un freezer usado. Esto obligó a frenar, no solo para no entorpecer el trabajo de la gente, sino también para leer de qué se trataba.
Fue en ese momento donde noté que el cartel hacía referencia a una entidad solidaria. Consultando si alguno de los que allí estaba hablaba español y ante la negativa, no fue imposible la comunicación.
Fue allí donde Alencar Fonseca Guimaraes, comenzó a contar de qué se trataba lo que estaban haciendo. Es cierto, lo que hacen no es algo muy distinto a lo que realizan este tipo de asociaciones en cualquier lugar de la Argentina, inclusive en nuestra ciudad. Qué lamentablemente sea algo habitual que se necesiten este tipo de entidades, no deja de ser importante que los conozcan.
Recorrimos la Asociación Solidaria Somos Fuertes (Associação Solidária Só Os Fortes), que funciona en el centro de Porto Alegre y según nos explicó su fundador y presidente, Alencar Fonseca Guimaraes, desde hace 5 años se creo está institución.
El propio Alencar, con pausa y sabiendo ya que no hablábamos su idioma, explicó: "Hace 5 años que empezamos con esto. Lo hice porque Porto Alegre está muy mal, hay mucha gente necesitada. Las cosas no están bien y eso me llevó a llamar a un grupo de amigos para empezar a ayudar".
Por otro lado expresó: "Acá recibimos de todo. Alimentos, ropa, juguetes, electrodomésticos y cualquier cosa que les puedan servir a las familias. Apuntamos mucho a los chicos, a las personas que viven en la calle o a familias que conocemos que tienen problemas".
Siguiendo con la charla tranquila, explicando cada frase casi al detalle para poder entendernos, lo mismo que las preguntas, dijo: "Acá la gente viene, busca lo que necesita y se lo lleva, no hay más que eso. Si es necesario, nosotros les llevamos las cosas en una camioneta de la asociación. En lo que va de este año ya hemos repartido 5 toneladas de comida y ayudamos a unas 2.000 familias. Cada vez es mayor la necesidad".
Por último, señaló: "Estamos en este local desde que empezamos, no es nuestro, lo alquilamos y nos hacemos cargo de ello por nuestros medios. Ojalá cambie la situación para todos, pero seguiremos ayudando".