“Me voy sintiendo cada vez mejor”
Sin dudas que la joven tenista sanfrancisqueña Delfina Yanez atraviesa un año distinto, ya que pasada su etapa del colegio secundario ahora le apuntará de lleno al deporte, enfocándose solo en eso y esperando poder completar una buena temporada, la cual empezó con mucho entrenamiento.
La tenista sanfrancisqueña Delfina Yanez se prepara para vivir un año lleno de tenis. Es que en 2021 decidió junto a su familia dedicarse de lleno al deporte, donde buscará medirse y empezar a conocer que puede depararle el futuro.
La joven de 17 años tuvo un 2020 complicado, como la mayoría de los deportistas, ya que luego de un torneo en marzo se paralizó todo y estuvo un largo tiempo sin poder pisar una cancha, algo que ansió a pleno e incluso manifestó que eso fue un empujón muy grande en lo anímico, ya que la pasó mal al principio.
En esta nueva etapa, Delfina hace toda su preparación en las canchas de La Fábrica Club, donde trabaja junto al profesor Daniel Lucato, invirtiendo varias horas en el día para estar en la mejor condición física y tenística.
Su objetivo a corto plazo es poder ingresar al cuadro del Nacional G1 que se disputará en Mendoza. Esperando la confirmación por parte de los organizadores, Delfina dialogó con LA VOZ DE SAN JUSTO, donde comentó lo siguiente:
Los objetivos
- Esta nueva temporada es diferente, me tengo que replantear los objetivos que tenía en 2020, donde no pude cumplir los que tenía por lo que pasó con la pandemia. Ahora apunto a conseguir los primeros puntos en el ranking nacional profesional y además poder conseguir puntos en el ranking ITF Junior, que era lo que tenía antes. Después voy a tratar de ver si puedo seguir mejorando día a día como creo lo estoy haciendo, intentar lograr cada vez más una satisfacción conmigo misma, recuperar la confianza que el año pasado había perdido por el tema de la falta de torneos y la sensación de estar en una cancha compitiendo. Esa confianza se me había ido, pero ahora poco a poco la estoy recuperando, me voy sintiendo cada vez mejor y la necesidad que tenía de competir fue muy grande, por eso lo mejor que me pasó fue poder volver a jugar, fue muy lindo y ahora tengo que ir con todo apuntando a los torneos que pueda llegar a jugar.
Solo tenis
- Le planteé a mi familia la posibilidad de dedicarme un año completo al tenis, por el simple hecho de que no toda mi vida voy a poder jugar, por eso hablé sobre esta chance de tomarme un año directamente para competir, para probar hasta dónde puedo llegar y después sí arrancar algún estudio.
Su llegada a La Fábrica Club
- Hace unos meses, a finales del 2020, tuve la posibilidad de empezar a entrenar en La Fábrica Club con el profesor Daniel Lucato, él fue quien me planteó tanto a mí como mis padres la posibilidad de entrenarme, la analizamos muy bien y accedimos. Hace poco tiempo que estoy de lleno entrenando en este club, lo importante es que lo puedo hacer en la ciudad donde nací y me siento muy cómoda, feliz, y poco a poco estoy sintiéndome con mucha seguridad. Antes de esto estaba entrenando en Córdoba con los hermanos Moyano, había hecho la pretemporada allá en su club y después por el tema de la pandemia volví a San Francisco. Por algunos meses no entrené, después había comenzado a hacer algunos entrenamientos con el profesor Bianchi hasta que surgió la posibilidad de empezar con Daniel.
Pasó lo duro
- Los trabajos más duros de pretemporada ya pasaron, ahora apuntamos más a lo específico, de mantenerme con buen ritmo físico, apuntando a los torneos y a la vez terminar de acomodar algunos detalles tácticos y técnicos, pero la parte más duras fue a principio del año y ya pasó. Me tengo que enfocar ahora en otro tipo de cosas.
La competencia
- Los torneos que me tocó jugar por ahora fueron unas internos que se hicieron aquí en San Francisco, donde jugué en la categoría cuarta y quinta, donde la verdad me sirvieron mucho y a la vez fueron muy duros por la diferencia de potencia que sentía con los hombres, también desde lo físico, ya que era la única mujer que competía. Dentro de todo me defendí bastante bien y eso me pone feliz porque pude tener un buen nivel. Otro torneo que jugué fue el Regional G2 en Córdoba Capital, donde llegué a semifinales y también quedé feliz por ese resultado, ya que pude sumar buenos puntos, los cuales espero me sirvan para poder ingresar al Nacional G1 de Mendoza, que se va a realizar el fin de semana del 15 de marzo.
Lo próximo
- Poder estar en el Nacional de Mendoza es el objetivo a corto plazo. Estamos ultimando los detalles para ese torneo si es que llegó a entrar, para ir a pleno, tanto desde lo mental como también en lo físico y en lo tenístico. Lo que estoy esperando es que se acomode todo en la AAT para que den la planificación de los puntos y ver como dan las becas, para ver quiénes ingresaban. No sé si es la misma manera que hace 2 años atrás, pero por cómo están dadas las cosas espero poder entrar, ya que es un muy lindo torneo para poder jugarlo. En estos días se va a estar definiendo, cerraron el tema de inscripciones y en unos días voy a saber si puedo ir a jugar o no.
La pandemia
- Los primeros dos meses estaba con un estado anímico muy malo, porque no podía salir de mi casa. Estar todos los días entrenando durante muchas horas y de repente quedar sin poder hacer nada fue un cambio muy grande, una situación muy diferente a la que estaba viviendo. Lo único que podía hacer eran trabajos físicos en el espacio que tenía y tenísticamente lo único que podía hacer era golpear la pelota contra una pared, lo cual hacía todos los días en un largo tiempo, para no ir perdiendo la técnica. Cuando pude volver a la cancha lo hice enseguida, fue una felicidad que no me la sacó nadie, además era mi último año del secundario, al principio era muy duro porque tenía que estudiar de manera virtual y a la vez enfocarme en el deporte, pero pude llevar bien las cosas y me terminé recibiendo.
Agradecimientos
- Mi familia me apoya siempre por eso les agradezco enormemente y también a mis amigos, que ya se acostumbraron a que esté mucho tiempo afuera por torneos y no pueda tanto juntarme con ellos, pero me bancan y son un soporte fundamental que tengo en mi vida, los aprecio demasiado y son la razón por la que sigo jugando y haciendo todo cómo debo y quiero, porque es lo que más me gusta.