“Muchas familias vivimos de las carreras”
El preparador Jorge Callieri, nacido en Devoto, pero radicado en San Francisco, habló sobre el presente que está atravesando en la pandemia sin poder trabajar en los autos o motos de competición, ya que las carreras están suspendidas. De todas formas, junto a sus hijos trató de reorganizar su taller y que Tecnoshocks Racing siga funcionando.
Más de 30 años en la "industria" del mundo motor son los que lleva Jorge Callieri, un oriundo de Devoto que se radicó en San Francisco y que desde su salida del colegio secundario se dedicó a trabajar con la competición, tanto en autos como en motos, haciendo muchas tareas, pero hincapié en la parte de la amortiguación.
Claro está, aún pasando muchas vicisitudes en estos años, con cosas buenas y malas, esta pandemia es algo totalmente nuevo y que lo obliga a mirar de otra manera el futuro. Lo positivo es que en su empresa, Tecnoshocks Racing, trabaja junto con sus hijos Agustín y Julián, por lo cual no cuenta con empleados, algo que hubiese complicado aún más la situación.
Callieri tiene una vasta experiencia, la cual ameritaría una entrevista solo para contar su trayectoria, donde puede hablar sobre títulos a nivel zonal y nacional, del trabajo que realizó junto a grandes pilotos de renombre, pero en este momento su mano a mano con LA VOZ DE SAN JUSTO hizo foco en cómo está sobrellevando la pandemia.
La pandemia
- Es una situación muy extraña. En lo personal, viví toda la vida de la competición, terminé el colegio secundario en la escuela del trabajo, después ingresé a trabajar a Delfabro en el departamento de competición, después Sachs compró la empresa y me quedé unos años, hasta que fundé mi propia empresa. Nosotros, los que vivimos de esto, estábamos acostumbrados que nuestra época "flaca" era desde mediados de diciembre a fines de febrero del año siguiente, que es cuando no hay carreras. Entonces en ese tiempo debíamos desarrollar, fabricar elementos, pero los ingresos se daban cuando empezaban las categorías. Este año, por diferentes cuestiones, tuvimos un muy buen verano, hemos trabajado muy bien, al punto de que nos quedaron trabajos sin terminar, pero en marzo nos agarró la pandemia sin poder casi comenzar.
Refundarse
- En ese momento tuvimos que empezar a pensar y analizar proyectos. Se me da una circunstancia especial, ya que en taller estoy junto con mis dos hijos, uno de ellos tenía que rendir la tesis de diseñador industrial y el otro terminó el secundario, iba a empezar a estudiar y a la vez trabajar con nosotros. En base a esto veníamos reorganizándonos con nuevas cosas, por eso lo que estamos haciendo es eso, organizamos el taller, lo trabajamos todo nosotros y desde ya, cuidando al máximo los gastos. Lo más grave es que no sabemos a ciencia cierta cuando se va a volver, eso es lo más complicado. Estuve conversando con clientes con los que tenía arreglos de trabajo para todo el año, pero ya me dijeron que no van a comenzar. El otro problema grave que tenemos es que estamos en una región donde no hay autódromos, lo más cerca es San Jorge o Rafaela, pero son de otra provincia, con lo que eso implica y ya después en Córdoba puede ser Alta Gracia, pero no se pueden hacer viajes entre departamentos.
Cómo seguir
- Es una situación bastante compleja, pero estamos tratando de capitalizarla. Apuntamos a nuevos desarrollos, mi hijo sumó nuevas tecnologías e ideas de trabajo, entonces aprovechamos este tiempo para hacer todas esas cosas. Además me tengo que adaptar a eso y también entendernos para hacer las tareas. Esperamos que esto pase sin problemas. Siento que va a ser muy difícil volver, no creo que para los dirigentes sea tan fácil organizar y hay que entender como son las realidades de cada uno. Hay categorías a nivel nacional que no viven de la entrada del público, sino que se sustentan en otras cosas y entiendo en cuenta esto, se pueden llegar a acomodar. Pero en categorías como el CAM, donde tengo varias motos que atiendo, pensar en carreras sin gente es imposible y como le decís a un club que no puede dejar entrar la gente. Aparte hay otra realidad, el dueño de una moto lleva los fines de semana de carrera un gran grupo de gente que apoya, porque uno aporta algo, el otro también aporta y se hace una cadena, pero que va a pasar cuando la organización diga que solo pueden ir tres personas. De todo el grupo que siempre te banca, a quien se lleva, parece algo sencillo pero no lo es.
Otros problemas
- Con la "disparada" del dólar se nos complicó mucho por una cuestión de costos. Las cotizaciones o los números que manejábamos en enero ya no son los mismos. Los insumos muchos son importados, pero eso hay que buscarle la vuelta. Confío que volvamos lo antes posible, todos vamos a tener que hacer un esfuerzo. Un tema que no es menor, es saber en qué situaciones quedan las empresas que aportan con su publicidad para que este deporte se pueda hacer. Es mucha la gente que vive de esto.
Algo positivo
- Justo se nos dio la circunstancia de que nos veníamos preparando, porque mis hijos iban creciendo, entonces ya venía refundando la empresa y reinventándonos. Tenía un empleado de muchos años, un amigo, que se retiró a principios del año pasado y después de eso nos acomodamos con mis hijos. Si me hubiese tocado esta situación con empleados sería muy duro, porque mi negocio es chico y a la gente hay que cumplirle. Es feo decirle a un empleado que no se le puede cumplir. Por suerte lo que no me pasó fue estar un día sin saber que hacer. Lo encaramos de tal forma cuando lo vimos y como lo mismo que conversamos en el taller, lo charlamos mientras estamos en casa, porque mis hijos viven conmigo. Pensamos en lo que podíamos modificar, en tanto y en cuanto no gastemos lo menos posible.
Acomodarse
- El cambio más grande que tuvimos fue que después de mucho tiempo nos tocó estar todos los fines de semana en casa. Nosotros normalmente de jueves a domingo a la noche estamos de viaje porque nos instalamos en los circuitos y los días de semana se trabaja en el taller. En este momento de pandemia nos encontramos con cosas que no las teníamos, fundamentalmente por la profesión, que nos ha quitado muchas cosas. Personalmente, cuando me quise dar cuenta, mis hijos ya estaban trabajando conmigo, he resignado muchas cosas a lo largo de los años. Esta es una profesión que se hace cuando uno está solo o bien con una familia que lo apoye a pleno y yo tuve eso.
La economía hogareña
- En la primera semana lo que hicimos fue pensar mucho que hacer. Algo que me sirvió fue que en mi familia ya somos gente grande, lo cual nos permitió razonar, opinar y analizar. Lo primero que surgió fue recortar gastos, paramos los vehículos, se salía a hacer solo lo necesario, volvimos a utilizar la bicicleta que es algo que nos hace bien y la premisa fue bajar costos. Por otro lado, me sirvió que hayamos tenido mucho trabajo en el verano y que los clientes cumplieron. Algo bueno es que nosotros hacemos muchas de las piezas, entonces se achican gastos en cuanto al taller.
Cuánto se puede sostener
- Nosotros teníamos arreglos hechos a principios de año que ya no sirven para nadie. Todos vamos a tener que hacer un esfuerzo, ya sea equipos, proveedores e incluso las categorías. Hay un gran costo en todas las divisionales, que es el fijo que se necesita para inscribirse, que en ciertos casos es lo mismo o más que lo que necesitas para mantener un auto. Lamentablemente va a quedar gente en el camino, también clubes, va a cambiar mucho la realidad. Las cosas ya venían cambiando y esto es una trompada que los acelera. Depende de cada estructura cuanto más se van a poder mantener. Conozco equipos muy fuertes, que son grandes, pero tienen costos muy elevados y hay otros mas chicos que trabajaban bien, pero sin una estructura tan formalizada. Lo más complejo es mantener la mano de obra contratada, porque de última el dueño de un equipo de una manera u otra se organiza.
Una gran industria
- Mucha gente no tiene idea de que esto es una gran industria. Muchas familias vivimos de las carreras, no solo el que prepara autos, sino el que arma boxes, el que hace publicidad, hasta gente que cocina que están en los equipos. Sin olvidar que hay ciudades que esperaban una carrera durante el año porque en ese fin de semana se revolucionaba todo y ayudaba a la economía. Hay gente que quizás nunca fue a una carrera y vive de esto, porque hace o fabrica algo que usa otro y eso va haciendo una cadena. Es muy difícil manejar esto de la pandemia, a nivel mundial no hay alguien que haya tenido la palabra certera de como manejarlo. Ni al mejor guionista de película se le ocurrió algo así, nadie se imaginaba que iba a frenarse el mundo. Las autoridades lo van llevando como pueden, desde ya que esto desnuda falencias y deja en claro que en muchos lugares hay dirigentes que no están a la altura.
Las satisfacciones de la profesión
- Lo más lindo es vivir de la pasión que uno siente es impagable. Eso hace que todas las mañanas te levantes con ganas de hacer cosas, más en una profesión competitiva como esta. Gracias a Dios a mi me ayudó mucho la escuela, cuando Delfabro me fue a buscar, ellos me recomendaron, en Delfabro aprendimos muchísimos, sobre todo como se trabaja en una empresa y lo que significa ponerse la camiseta. A partir de ahí pude trabajar con todo, desde Berta para abajo hice todo, ya sea en Turismo Carretera o en otras categorías. Cuando fundé mi empresa pude estar en las mejores categorías nacionales, pude ganar y salir campeones en todas, el otro día hice una carpeta y contabilicé más de 60 campeonato nacionales, otros zonales y eso es algo que me llena de orgullo. Trabajé con muchos referentes del automovilismo nacional, he visto nacer pilotos que hoy son grandes figuras. Esto me ha dejado millones de anécdotas, satisfacciones y sinsabores. Esto es un trabajo y se hace por dinero, pero un campeonato ganado vale mucho más que eso. Después ya cuando se subió mi hijo (Agustín) al karting lo viví de otra manera, se me cayeron todos los libros y lo vivo diferente.