"Nada reemplaza el trabajo de campo"
Así lo aseguró el entrenador de arqueros de Sportivo Belgrano, Darío Capello, al analizar cómo repercute este parate por la pandemia de coronavirus en un puesto tan particular como lo es el de los guardametas. "Quizá sea el puesto individual que más va a sufrir" la falta de fútbol, agregó.
El puesto de arquero, en el
fútbol, suele ser el más ingrato de todos. De ser figura volando de palo a palo
a ser mirado de reojo por alguna falla, es lo que convierte a los "guardianes"
del arco en personas que habitualmente conviven con ambas sensaciones: el cielo
y el infierno. Debido a ello, los entrenamientos particulares de los porteros
suelen concretarse apartados del resto del grupo, haciendo hincapié en diferentes
aspectos abocados a todas las situaciones que el "1" puede vivir en un partido
real.
En ese marco, este parate por la pandemia de coronavirus, tendrá un impacto importante los "guardianes" del arco. Al respecto, LA VOZ DE SAN JUSTO dialogó con Darío Capello, el entrenador de arqueros del plantel profesional de Sportivo Belgrano que analizó la situación de los mismos en este contexto.
Al respecto aseguró que la falta de fútbol y de entrenamiento en espacios y con elementos óptimos para el puesto, "repercute mucho. Quizá sea el puesto individual que más lo va a sufrir: el cálculo, el tiempo y la distancia son fundamentales para el arquero y es lo que más se perdió en este parate. Ni hablar de las cuestiones técnicas que es muy difícil entrenarlas si no dispones de un espacio y piso adecuado. Por más que salgas a correr, trabajes la coordinación y la fuerza, siguen quedando fuera cosas importantes como las caídas, las reincorporaciones, posicionamientos y demás cuestiones del puesto".
"Hay trabajos de coordinación y fuerza que pueden hacerse en espacios reducidos, en estos momentos, incluso en departamentos. También trabajos de neurociencia pero nada reemplaza al trabajo de campo, es solo para mantenerse desde lo físico", agregó Capello.
Consultado acerca de los tiempos que cree que serían necesarios para una preparación acorde a la competencia oficial y profesional, dijo: "Creo que como mínimo se necesitarían 7 semanas para comenzar la competencia, teniendo en cuenta que vamos a tener que comenzar con cuidado la adaptación a los trabajos de campo para evitar lesiones".
Los arqueros de Sportivo
En referencia a cómo continuaron los entrenamientos los arqueros de la "verde" durante la cuarentena, Capello expresó: "Cuando comenzó la cuarentena, junto con el profe (Fernando Yabale), les dimos una rutina diaria de entrenamiento a los arqueros. Además les mandaba jugadas por Whatsapp y analizábamos sus intervenciones para refrescar cuestiones técnicas y tácticas, también con trabajos de neurociencia que podían realizar con sus celulares para mejorar la concentración. Esto lo hicimos tanto con los arqueros del plantel profesional como con los de las formativas y todos mostraron una excelente predisposición al trabajo".
Lógicamente, el paso del tiempo y la falta de fechas concretas para el retorno de la competencia oficial, hicieron que las cargas fueran bajando en los meses recientes.
En tanto, consultado acerca de cómo observa a los arqueros que posee la institución de barrio Alberione en la actualidad, sostuvo: "Están como estamos todos, con la incertidumbre de no saber cuándo va a empezar el fútbol nuevamente y cómo va a ser la vuelta al trabajo, ya que no va a ser igual a lo que estábamos acostumbrados, sino que vamos a tener que seguir ciertos protocolos. Además no sabemos cómo va a seguir el torneo, si va a haber Copa Argentina o no y eso produce ansiedad".
Por último, se refirió a los cambios que la pandemia trajo consigo en el día a día de los protagonistas del fútbol argentino: "Se extraña mucho el día a día de los entrenamientos, el contacto con los compañeros, profes y jugadores y la adrenalina de los partidos pero a la vez fue un tiempo muy rico para nutrirse en lo profesional y personal. Todos los días, tanto vía Zoom u otras plataformas, tenemos contactos con entrenadores de diferentes partes del mundo y a la vez uno va sumando cosas nuevas a su formación que en otros tiempos, con la vorágine del trabajo, no podía darse".