No somos conscientes
La verdad es que estos días parecía que no iban a llegar nunca. Un solo partido para saber si vamos o no al Mundial de Rusia. Nos jugamos la "vida futbolística" en 90 minutos. Esa costumbre de subestimar todo no nos dejó nunca ver la realidad. Nadie dudaba que se venían dos triunfos claros y fáciles, primero con Venezuela y después con Perú. Pero no fue así.
La cuestión es que el agua ya nos llegó al cuello. Un poquito más arriba también. Ya no se puede más pensar en que hay otra chance. Es que un día se iban a acabar. Cuantas oportunidades más íbamos a tener?. Imposible.
Lo cierto es que ahora la selección tiene que viajar a Quito, con el miedo eterno a la altura y con la presión absoluta de saber que no sirve nada más que ganar, lo cual para un equipo "bloqueado" psicológicamente como dicen, son muchos condimentos como para tener que salir a buscar el triunfo, cuando es algo que tampoco llegó tan fácil en estas eliminatorias.
Una de las cosas que ayuda es que el partido es de visitante. La historia de la cancha de Boca la de River o cualquiera de interior quedó de lado. No hay otro lugar a la discusión que lo que puede entregar el equipo. Que tampoco es garantía.
Más allá de esto, de lo que piensan los jugadores y el cuerpo técnico, que es lo que realmente siente la gente?. Estamos seguros que todos entienden lo que el equipo se está jugando?. El público en general, ese que tal vez si su equipo jugara por el descenso no podría dormir, tiene los nervios de punta?. Parece que no.
A medida que pasen las horas y el partido se acerque, tal vez la ansiedad sea otra. Todos los nervios que no tenemos hasta ahora se van a acumular y solo se van a liberar con la clasificación. Y si quedamos afuera, que hacemos a mitad del año que viene? Es para pensarlo una y mil veces.
Cuando fue consultado sobre cómo vivió el importante logro que obtuvo con el equipo U19 de San Isidro, sostuvo que "desde que me sumé al equipo los chicos me trataron muy bien, fuimos encontrando la química de equipo con el correr de los partidos y finalmente pudimos salir campeones argentinos, es algo que me puso muy contento porque es un título que vine a buscar. Anteriormente siempre me quedé en semifinales, esta fue la primera vez que pude pasar esa instancia, y salir campeón a nivel nacional es algo muy grande. Ser los mejores del país es impresionante, siento un orgullo muy grande por lo que logramos con San Isidro".
Sobre su incursión en el equipo de Primera División que disputará la Liga Argentina (ex-TNA) señaló: "Julián (Pagura) me pide que arranque desde la defensa, presionando la pelota en toda la cancha para desgastar al rival, después es un entrenador que me da tranquilidad para jugar y para que tome mis tiros cuando se pueda. Es un gran técnico y una gran persona, me llevo muy bien con él".
En cuando a su puesto dentro del rectángulo de juego, explicó que "soy base y también puedo jugar de escolta, me adapto a cualquiera de esas dos posiciones. Está bueno que varios jugadores del plantel puedan jugar en dos puestos, eso le da otro rodaje al equipo".