“Pingüinazo”
Antártida Argentina derrotó 1-0 a Sportivo Belgrano con un penal de Maico Maritano. El equipo de Juan Tonini se quedó con el clásico vernáculo después de mucho tiempo y se subió a la cima del grupo A de la Zona Centro.
Tarda en llegar y al final hay recompensa
dice el hit "Zona de promesas". Dicho compás quizás le cae a la medida al
triunfo conseguido - 1 a 0- por Antártida Argentina sobre Sportivo Belgrano que
le valió festejar en el clásico sanfrancisqueño después de varios años y como
premio extra logró subirse a la punta del grupo A de la Zona Centro de la Liga
Regional de Fútbol, tras cumplirse la cuarta fecha.
Maico Maritano, autor del único gol a los 30' del complemento desde los doce y el golero Miguel García que le contuvo un penal a Enzo Taborda a los 17' de la misma etapa, fueron los "héroes" de un visitante solidario y que hizo un culto de la entrega en cada sector del terreno.
El primer tiempo resultó tan intenso como equilibrado, donde los equipos se repartieron el protagonismo e incluso dispusieron de sendas ocasiones para abrir el marcador.
Antártida, exhibiendo un juego ordenado, estuvo cerca a través de un cabezazo de Ramírez que fue despejado sobre la línea a las 12' y en el cierre un Sportivo sin muchas luces en ataque, falló en los pies de Borgogne que perdió en el mano a mano con García.
Claro que lo mejor vendría en la segunda etapa, donde las emociones estuvieron a flor de piel y las pulsaciones fueron acelerándose en un clima por momentos caldeado pero que no pasó a mayores.
Es que a los 17', Sportivo dispuso de un penal a su favor luego de que Federico Beldoménico derribara a Godoy en el área. Taborda se hizo cargo de la situación pero su remate fue desviado con los pies por el arquero García.
Un envión anímico que la visita aprovechó aupado por su público y el oficio de Maico Maritano quien fue un dolor de cabeza para la defensa "verde". Justamente el hábil volante a los 30' inventó un penal que el árbitro compró y tras cartón abrió el marcador con toque suave a la izquierda del arquero Priotti que eligió el otro costado.
De ahí en más Antártida siguió como empezó, imponiendo una férrea marcación y aguantando los últimos embates de los juveniles de Sportivo que no se guardaron nada pero sin poder cambiar el rumbo del intenso juego.
El pitazo final arrancó la euforia del visitante que tras varios años de intentos pudo lograr su cometido en un escenario como el estadio "Oscar C. Boero" para hacer más grande su festejo. Todo un "Pingüinazo".