Primer paso
Desde las 10 de nuestro país, La Argentina con Lionel Messi, intentará dar su primer paso en Rusia, al debutar en la Copa del Mundo ante Islandia. Dirige el polaco Szymon Marciniak. LA VOZ DE SAN JUSTO y AM 1050, estarán en el Spartak Stadium.
POR LUCIANO OLIVERO
Para los futboleros argentinos (el marketing prefiere llamarlos
fans en estos tiempos), esta jornada no es una más en el calendario; para ellos
y cada uno de nosotros, también para aquellos que lo seguimos apasionadamente,
pero desde la comunicación, los ciclos se cumplen cada cuatro años.
Todavía perduran en la memoria de este cronista las imágenes finales por televisión, de esa pesadilla en el estadio Maracaná, cuando una vez más, nos quedábamos sin la Copa y la abstinencia ya mostraba una cara poco feliz para el fútbol argentino, sin saber que todo eso no perduraría hasta esa edición y que en su trayecto se acumularían dos frustraciones de gran intensidad en las Copas América de 2015 y 2016. Por lo tanto, no es vana la ansiedad y tampoco el temor de otro traspié, ya que estas carencias se fueron acumulando a la par de los desatinos más bochornosos de la historia en cuanto a la organización de este deporte en nuestro medio.
Un dato cronológico que adereza esta espera: es que será el primer mundial sin Julio Grondona desde la cita en España en 1982; el eterno pope de AFA falleció poco tiempo después de la final ante los alemanes en Río y dejó como herencia un caos del que no hubo más remedio que avergonzarnos colectivamente y ser espectadores de irregularidades institucionales de grave tenor que fueron quienes nos trajeron hasta esta previa de un nuevo desafío deportivo.
Pero salgamos de esta red por un rato, ya que este país, que intenta convencernos de su adhesión al fútbol, está trascendiendo como nunca antes al resto del planeta y procura modificar los estigmas y las pasiones políticas que lo desvincularon por muchas décadas de occidente, tornando su cultura, en oposición a la de los países del cono Sur y este sí, es un gran tema para bucear paralelamente con el análisis de los 64 partidos que desde el jueves, empezaron a generar un gran impacto en todo el planeta.
Decía el poeta que "política hacemos todos al caminar" y Rusia, camina y crece sin ufanarse de su historia, pero sin desconocer la huella que a pesar de la apertura al resto del mundo y la globalización, conserva en gestos y cicatrices y con los que acarrea con aparente convicción.
El jueves comenzó la fiesta más esperada y todos tornamos la mirada hacia el centro de un continente propio, plagado de enigmas, rincones nunca conocidos por el hombre, azotado por las extremidades geográficas, bendecido por una raza de talentos vinculados a la cultura y la música, con un desafío contemporáneo, sin renunciar a sus esencias, probar del cáliz de las libertades y el fútbol, en ese sentido, es una expresión que iguala al hombre y lo obliga a competir cara a cara, sin excepciones ni privilegios.
En medio de esta Rusia enigmática llega este día tan especial. El comienzo de un nuevo sueño, que por más que en su proceso de eliminatorias se asemejó mucho más a una pesadilla, que a una realidad emocional, la ilusión en 40 millones de futboleros, siempre está intacta y se enciende en cada cita mundialista como si nunca hubiese pasado nada.
La Argentina y sus millones de dudas, Islandia y su misterio. Messi, siempre Messi y diez más. 10 de la mañana en nuestro país, cuatro de la tarde aquí en Rusia. ¡Vamos Argentina!!