"Que no haya urgencias, no quiere decir que no haya que ganar"
Así lo indicó el experimentado extremo de Sportivo Belgrano, Nicolás López Macri, que inició su segundo ciclo en el club de barrio Alberione. Remarcó que no es normal encontrarse con un proyecto a largo plazo y que potencie a los jugadores genuinos en el ascenso argentino y se mostró feliz por su regreso a la "verde" y a San Francisco, el sitio elegido para radicarse con su familia.
La trayectoria futbolística de Nicolás López Macri no solo lo
catapulta como uno de los jugadores de mayor recorrido y jerarquía de este
nuevo Sportivo Belgrano que mostrará una versión que mezclará experiencia y
juventud sino que también trajo consigo la firme decisión familiar de echar
raíces en la ciudad que los recibió de brazos abiertos y que escogieron para
radicarse definitivamente.
Este segundo ciclo del extremo con pasado en Instituto de Córdoba, entre otros, se gestó a través de una decisión tomada con el corazón: "Quedándome acá, además de estar conforme conmigo mismo también está conforme mi familia porque después de 10 años de estar dando vueltas por varios lados, encontramos un proyecto que acompaña nuestro parecer y nuestro modo de ver las cosas", dijo "Nico" en una amena charla con LA VOZ DE SAN JUSTO.
Sabe que a sus características futbolísticas le añadirá en esta etapa un nuevo rol: el ser uno de los referentes de un plantel en el cual tendrán mucho lugar los jóvenes valores de las divisiones formativas de la "verde".
"En lo personal, el proyecto es diferente a lo que he vivido siempre. Se le está tratando de dar una forma diferente, se le está dando lugar a los chicos de la ciudad, se está tratando de que se sientan acompañados, que la gente que venga esté en sintonía, que sea buena persona, que tenga experiencia y la sepa transmitir para que se arme un equipo, una familia, que pueda funcionar", agregó.
Y dejó en claro: "Que no haya urgencias no quiere decir que no haya que ganar, hay que salir a ganar y tener objetivos claros".
-Por tu experiencia, ¿Cómo vivís el regreso al club? ¿Cuán diferente es a tu paso anterior, entendiendo la importancia que tuvo la decisión familiar en este regreso?
-El regreso al club lo vivo cargado de emociones, con una carga sentimental muy grande porque además San Francisco es el lugar que elegimos para vivir con mi familia. Quedándome acá, además de estar conforme conmigo mismo también está conforme mi familia porque después de 10 años de estar dando vueltas por varios lados, encontramos un proyecto que acompaña nuestro parecer y nuestro modo de ver las cosas, donde hay que darles tiempo para que funcionen y progresen.
-Tu recorrido por el fútbol argentino es amplio, ¿qué te pareció este proyecto institucional que Sportivo Belgrano pretende llevar adelante?
-En lo personal, el proyecto es diferente a lo que he vivido siempre. Se le está tratando de dar una forma diferente, se le está dando lugar a los chicos de la ciudad, se está tratando de que se sientan acompañados, que la gente que venga esté en sintonía, que sea buena persona, que tenga experiencia y la sepa transmitir para que se arme un equipo, una familia, que pueda funcionar.
Que no haya urgencias no quiere decir que no haya que ganar, hay que salir a ganar y tener objetivos claros. A Sportivo la historia se lo exige, es una camiseta fuerte en la categoría y uno siempre va a tratar de ponerlo bien arriba. Personalmente me lo tomo así, pero esta vez además viene acompañado de un proyecto que generalmente no se ve en el fútbol y menos en esta categoría.
-¿Cómo vivís esta etapa de jugador y referente de los más chicos? ¿Es un desafío?
Esta etapa de jugador mía me encuentra muy bien, trabajando mucho mejor de lo que trabajaba años atrás. Si bien siempre me consideré un tipo de laburo, creo que he perfeccionado esas cosas porque me encontré y crucé con mucha gente que me enseñó mucho.
He cambiado muchas actitudes que hoy me permiten trasladar una idea que tengo sobre el trabajo, la disciplina y lo que pienso que debe tener un jugador de fútbol a los más chicos. Es una buena herramienta que va a beneficiar a los demás y a mí también porque uno nunca deja de aprender.
-¿Cómo viviste esta primera semana de entrenamientos? ¿Cómo ves al grupo?
La primera semana fue muy buena. Creo que los entrenamientos estuvieron bárbaros, fueron de mucha intensidad. Hay un cuerpo técnico que exige, que está encima. Hay muy buena energía.
Los chicos se están dando cuenta de que pueden tener la oportunidad, de que todos estamos en igualdad de condiciones, de que para el cuerpo técnico somos todo lo mismo. Eso está muy bueno, van a tener que trabajar el doble de lo que venían trabajando y seguramente el que esté a la altura va a jugar. Es buenísimo para todo el grupo tener la certeza de que el entrenador va a poner al que mejor esté.
-Por último, ¿qué desafíos y objetivos te propones a nivel individual y grupal?
El desafío estando en Sportivo, es primeramente estar a la altura en lo individual. Rendir como el club espera que yo rinda. Dar el ejemplo a los demás en el día a día, en el esfuerzo, después del entrenamiento, en cómo alimentarse, cómo entrenar, entrenar después del entrenamiento si es necesario, estar en todos los detalles. Y, por supuesto, dentro de la cancha estar a la altura de esta camiseta, que tiene una historia muy grande.
He hablado con los chicos que llegaron como refuerzos y todos están contentos porque sienten que están en un club grande de la categoría.
En lo grupal, el objetivo es sacar los resultados más positivos que estén a nuestro alcance. Seguramente será partido a partido.