Que se abran las gateras
El titular del Jockey Club San Francisco, Andrés Balkenende, pidió la urgente reanudación de la actividad con su protocolo correspondiente y a la vez confirmó la disputa del tradicional premio "Oscar C. Boero" en agosto próximo.
Sin carreras a la vista, a raíz de la cuarentena impuesta por el coronavirus, el turf sufre como cualquier otro sector deportivo de la sociedad. Un "parate" que aumenta el nivel de incertidumbre económica y que lógicamente también afectó al Jockey Club San Francisco.
En ese sentido el presidente de la entidad, Andrés Balkenende, admitió el perjuicio sufrido por lo que planteó la urgente reanudación de la actividad con su protocolo correspondiente al tiempo que confirmó la disputa del tradicional premio "Oscar C. Boero" en agosto próximo.
"Necesitamos correr sin público de manera urgente y poder abrir nuestras agencias hípicas nuevamente. Esperemos que en los próximos días se solucione y nos aprueben nuestros protocolos", expresó apremiado por la difícil coyuntura en el comienzo del diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO.
El "Boero", la
cita clásica
Pese al complicado contexto, el dirigente se permitió asegurar la realización de "La Carrera del Año" en el mes de agosto.
"El calendario 2020 comenzó en marzo con la primera carrera del año y luego teníamos prevista una por mes hasta noviembre donde tenemos la última fecha. Esto se organizó con la "Federación de Jockeys Clubes e Hipódromos" y con los "Jockeys Clubes de la Región Centro".
"Combinamos las fechas para no interponernos en espectáculos similares los mismos días. Hay fechas tradicionales donde se respetan los compromisos, por ejemplo la fecha de agosto en San Francisco con el "Oscar C. Boero", destacó.
Pedido de
apoyo oficial
Igualmente la temporada se verá acotada por obvias razones, sobre lo que expresó: "Debido al Covid 19 tendremos algunas fechas menos, cosa entendible, hicimos los protocolos de seguridad para reiniciar las actividades pero hasta la fecha no tuvimos eco local con nuestras autoridades".
"Se viene un año diferente donde los dirigentes debemos apuntar a otras fortalezas para llevar adelante las instituciones. Yo soy optimista que con trabajo e inteligencia se puede de a poco revertir esta pandemia sanitaria y económica".
"Solo necesitamos el apoyo de los gobernantes, hay que barajar y dar de nuevo. Hay muchas cosas que deben adecuarse a esta nueva realidad mundial".
"Con respecto a los mega eventos que veníamos realizando los haremos de otra manera, teniendo como base la transmisión por las redes y canales de video adecuados a nuestras carreras, estamos trabajando con los hipódromos de todo el interior del país en una propuesta diferente para los aficionados del turf y en reuniones por sistemas online acordamos una nueva estrategia en la actividad ecuestre", subrayó.
Obras
frenadas
En la charla también aludió a los trabajos que se venían realizando en el hipódromo y se vieron frenados por la particular situación.
"Veníamos trabajando en los boxes, reparación de casas, construcción de galerías, construcción de barandas de fibra, la veníamos realizando con grupos de albañiles, pintores, electricistas, plomeros, herreros y demás personal contratado. Todas estas obras las tuvimos que suspender por la cuarentena".
"La pista que está en buenas condiciones se la utiliza para varear los caballos, ese trabajo no se puede abandonar, lo mismo pasa con el mantenimiento básico del hipódromo", añadió.
Perjuicio
económico
En otro orden Balkenende lamentó que dicho paréntesis puso en riesgo la estabilidad laboral de muchos actores que hacen a este espectáculo deportivo.
"El turf mueve mucha gente como entrenadores, peones, vareadores, herreros, veterinarios, organizadores de carreras, personas que trabajan en los clubes, no te olvides que un caballo desde que nace en el haras hasta que corre pasan dos años como mínimo y hay mucho trabajo involucrado, de mucha gente. Es una actividad agropecuaria más y muy importante sobre todo en la provincia de Córdoba".
"También hay gente que provee el alimento (avena-fardo) en las camas (viruta de madera), veterinarias que venden las bozales, herraduras, medicamentos para que los caballos estén en óptimas condiciones sanitarias. Todo un mundo que lógicamente se vio dañado económicamente", remarcó.
Este "parate" se puede fácilmente solucionar de otras maneras pero lamentablemente los dirigentes de clubes no somos escuchados para nada. Nadie sobrevive sin funcionar, hay que buscar puntos intermedios y tener una mínima funcionalidad para sobrevivir como actividad", finalizó.