Soy leyenda
Cuidando el arco de Sportivo Belgrano, Eduardo Piergentile obtuvo tres títulos durante los años '87 y '88, incluso mantuvo un récord de 877 minutos sin recibir goles. Además fue elegido como el mejor deportista de San Francisco. Notable foja de servicios del popular "Turco", un histórico de la "Verde".
Es uno más de los muchos que defendieron la casaca de Sportivo Belgrano, pero también uno de los pocos que integran el selecto grupo de los que alcanzaron la gloria deportiva en el vasto historial de la institución de barrio Alberione.
Por esos caprichos del destino o el particular criterio de la tribuna no fue ungido con el título de ídolo pese a sus sobrados méritos, aunque posee el reconocimiento y afecto de los aficionados, una suerte de chapa identificatoria que lo distingue a dónde vaya.
Ocupando el arco de la "Verde" en el ámbito de la vieja Liga Cordobesa de Fútbol, obtuvo tres campeonatos, la Copa Gobernación en 1987 y el Torneo Oficial y Torneo Provincial, memorable doblete conseguido en 1988.
Año que decoró con el récord de la valla invicta durante 877 minutos, un promedio de casi 10 partidos, y la elección como el mejor deportista de San Francisco, logros que jerarquizan su foja de servicios.
Sobrio, sin estridencias, de manos firmes, se hizo grande bajo los tres palos para convertirse en pieza clave en los equipos que integró y que ocupan un lugar destacado en la galería de los campeones.
Eduardo Piergentile (59), el popular "Turco", en una amena charla con LA VOZ DE SAN JUSTO viajó hacia atrás en el tiempo e hizo un somero repaso de la exitosa trayectoria futbolística desarrollada en el club de su ciudad y de cual es hincha con todo lo que ello significa.
Imborrables momentos de aquel pibe que como una tradición, corría alocadamente a ofrendar los logros a don Natalio y doña Ada, sus viejitos papás quienes acostumbraban hacerle el aguante desde la platea baja, pegaditos a la boca del antiguo túnel. Reminiscencia de quien alguna vez fue profeta en su tierra.
-Comenzaste en Sportivo en el año 1978...
-Hice un paso previo por la vieja Liga Amateur jugando en Deportivo Ferroviarios y en el '78 arranqué en Sportivo. Estaban Ricardo Martino y Omar Espósito y yo que era el tercer arquero. A la vez jugaba en reserva y en varias oportunidades iba al banco en primera.
-En plena etapa deportiva te tocó el servicio militar...
-En el '80 cumplí con el servicio militar obligatorio acá en la Fábrica Militar, soy clase 61, me permitían practicar pero la actividad estaba un poco reducida a las salidas.
Después de transcurridos los primeros meses por gestión de los dirigentes me permitían salir a practicar pero fue un año donde no lograba tener continuidad, había que prestar servicio y por lo menos mantenerse en actividad.
-Y llegó el día del debut...
-El día del debut fue en el año '81, ya había salido del servicio militar, fue acá en un partido nada menos que frente a Belgrano. Ricardo Martino se lesionó en el arco que da a la Ruta 19 y me tocó entrar. Perdimos 2 a 0 y los goles los ligué yo, aunque tuve una actuación correcta porque en los goles no hubo nada que hacer. Por eso no fue un debut traumático, además hubo un apoyo incondicional de mis compañeros y de la gente. El técnico en ese momento era "Cacho" Taborda.
-Después vinieron los títulos...
-En el '87 salimos campeones de la Copa Gobernación ganándole a Racing de Nueva Italia y al año siguiente logramos el Torneo Oficial frente a General Paz Juniors y el Provincial ante Argentino Peñarol.
-¿De los tres campeonatos elegís alguno sobre los demás o todos tuvieron un sabor especial?
-Cada uno tuve un matiz distinto, un desarrollo diferente, por la forma de disputa, conformación del plantel. Pero si tengo que elegir uno de los títulos me quedo con el Torneo Oficial del '88.
El equipo estaba consolidado totalmente, siempre digo que el gran artífice de ese plantel fue Nelsi Mina, un verdadero formador de grupos, donde para él la premisa siempre era el ser humano, de estar bien anímica, psicológica y económicamente bien, fomentar el cimiento para lo que se quería construir.
Para Sportivo era muy difícil obtener un título en la Liga Cordobesa y ese año logramos nada menos que dos.
-El año '88 fue inolvidable por los títulos, pero también por el récord alcanzado, incluso fuiste elegido como el mejor deportista del año...
-Siempre digo que mi querido Sportivo, porque lo llevo en el alma, por única vez en su historia obtuvo un doble campeonato en la Liga Cordobesa, digo así porque la institución está por encima de todo, fue doble campeón.
Después tuvimos un récord de valla menos vencida llegando a los 877 minutos y también otro récord que lo contábamos con los compañeros, estuvimos 6 meses sin perder de visitante.
A propósito José Nicola que era el utilero, cuando terminamos de salir campeones en el segundo torneo del '88, en la vieja utilería me dijo 'Turco a esto no lo viví nunca". Lamentablemente falleció un mes después, en enero del '89, yo que soy muy creyente siempre pensé que Dios le hizo ese regalo de ver a su Sportivo festejar dos veces seguido en un año.
Y respecto a la distinción del Círculo de Periodistas Deportivos como el mejor deportista del año '88, fue todo un orgullo, la plaqueta me la entregaron el "Gallego" Faya y el intendente Jorge Bucco.
-¿Qué entrenadores que te marcaron?
-La verdad que tuve buenos entrenadores y de cada uno tengo una enseñanza. Primero fue Jesús Gallego, pero quien me terminó de dar la última horneada fue Raúl Navarro dándome algunos secretos del puesto.
Después estuvieron "Cacho" Taborda que te pateaba con precisión la pelota, Luis Pentrelli, un hombre muy bicho, el famoso "toco y me voy", aunque en las prácticas a veces miraba que estábamos corriendo entonces pegaba media vuelta y se iba a tomar un café.
Y Nelsi Mina era muy compañero del jugador, trataba de que nadie tuviera problemas, un gran formador de grupos, tenía esa virtud.
-¿Hay un equipo que más recordás?
-En realidad los planteles del '88, teníamos una defensa muy sólida, por eso en lo de la valla invicta tuvieron que ver dos centrales como Bianchotti y Bringas que eran impecables, y los laterales Posetto y Latini que estaban en un nivel muy alto.
El "Lola" Hernández era el fogonero en el medio y el "Dani" Primo te manejaba la pelota, Mauro Pazzarelli era un jugador distinto, el "Flaco" Hidalgo estaba en su mejor momento, el "Gordo" era letal en el área, también estaban Medina, Tórtolo, Frócil, López, hubo muchos buenos jugadores y además un buen grupo humano.
-¿Sos de aquellos que jugaste por la camiseta?
-Eran pocos los que vivían del fútbol rentado, algunos al mismo tiempo tenían un trabajo porque por esos años se ganaban monedas comparándolo con la actualidad.
La verdad que varias veces jugamos por la camiseta, no cobramos un peso. Lo que hacíamos en un momento era repartimos la recaudación, no había un sueldo fijo. Así que tratábamos de lograr un buen resultado en Córdoba para el domingo siguiente de local poder meter mucha gente y engordar la recaudación.
-¿A falta de un clásico, hubo un rival a vencer?
-Había como una especie de clásico con Belgrano, pero tampoco había un rival puntual, era del momento, no había un rival al que había que ganarle cueste lo que cueste y así salvar el año. Eso sí, todos los equipos cordobeses eran muy bravos.
-Hablando de rivales los árbitros eran todo un tema....
-Si bien nunca me echaron, tengo para escribir un libro con los que nos hacían los árbitros en aquellos tiempos, había que jugar contra el rival de turno y contra ellos porque te inventaban penales, expulsiones o siempre había una razón para amargarte.
Cómo será la situación que vivíamos que un día con el "Lola" Hernández después del partido fuimos a felicitar a un árbitro que se llamaba Emilio Silva quien luego de sancionar un penal revió la decisión y lo anuló después de conversar con el línea quien anteriormente había cobrado offside.
Fue en cancha de Presidente Roca, terminamos 0 a 0, pero imagínate que en Córdoba no te cobraran un penal, fue para agradecer.
-¿De miles de anécdotas cuál es la que enseguida te viene a la memoria?
-Siempre les digo a mis hijos que de cada partido o en cada recorte que guardo hay varias anécdotas, pero la primera que me sale es la final con General Paz Juniors acá, miraba angustiado a la platea donde estaba mi papá que me marcaba cuantos minutos faltaban.
La cancha se inclinaba hacia mi arco y el tiempo no pasaba más, fue una angustia tremenda porque ganamos 1 a 0 y pudimos ganar el campeonato. Allá habíamos empatado 0 a 0, la verdad que eran partidos muy bravos, había que morder la gramilla en cada pelota.
-Una noche gloriosa fue la de aquella semifinal ante Unión San Vicente donde atajaste varios penales...
-Los penales son a suerte y verdad, el arquero elige por intuición o por estudio previo el lugar donde ir a buscar la pelota. Bueno, tuve la suerte de atajar tres penales esa noche en el partido de vuelta de las semifinales del Torneo Provincial ante Unión San Vicente, habíamos empatado 0 a 0 en Córdoba y acá 2 a 2.
En esa época se estilaba que se patearan todos los penales más allá de que la serie se definiera antes como sucedió - 4 a 2-. Así que le pedí a Nelsi Mina patear el quinto y lo hice, fue una noche completa. El arquero de ellos era el "Flaco" Stobbia, la verdad que tenían un buen equipo con Molar, Bernio, Corró, Díaz.
-Tus padres siempre te hicieron el aguante incluso siendo ya mayores de edad...
-Había una química total con mi viejo que me seguía desde el baby cuando jugaba en Estrella del Sur, siempre digo que fue el artífice de mi carrera. Mis viejos -Natalio y Ada- nunca tuvieron auto y ya con sesenta y pico de años los domingos iban en bici a la cancha y los dos sentaban en la platea baja enfrente del túnel. Desde el arco siempre lo miraba a Natalio y él me señalaba los minutos que faltaban. La verdad que en aquellos festejos siempre me pegaba al alambrado para compartirlos con ellos.
-¿Tuviste oportunidades de jugar en otros equipos?
-En el año '81 el "Lobo" Fischer me quiso llevar a San Lorenzo, estaba el "Toto" Lorenzo de técnico, y tenía que jugar un partido en la reserva, pero le dije que no me interesaba a pesar que era una oportunidad buenísima de tentar suerte en el fútbol grande. Y otra vez en un amistoso que jugamos con Sportivo en Santa Fe ante Unión allá por el año '87, me dijeron que me habían estado observando dirigentes de ahí pero solo quedó en ese comentario.
La verdad es que no tenía esa ambición de vivir del fútbol, porque económicamente no era redituable, tenías que llegar muy alto para ver un mango, por eso decidí quedarme tranquilo con mi familia.
-Finalmente llegó momento del retiro...
-Me fui de Sportivo a los 29 años, estaba un poco saturado, eran 11 años seguidos de estar en el club. Me dieron el pase y por una gestión de don Dutto, el papá de Agustín, me fui a jugar a Junior de Suardi donde me retiré a los 30 en 1990.
Quizás hubiese podido jugar 3 o 4 años más pero me había dado cuenta que era un ciclo terminado porque ya no tenía más ganas de andar revolcándome, el cuerpo ya sentía los dolores y los raspones. Además ya sabía que lo mío era seguir trabajando en el banco.