Tiempo de reflexión
El entrenador Daniel Beltramo hizo un balance de lo que dejó la temporada y dijo que ya se encuentra planificando el equipo para la próxima edición de la Liga Argentina.
Se dice que lo importante no es no caer nunca sino saber incorporarse tras las caídas, de asimilar los golpes y seguir, de eso se trata para seguir creciendo y en el ámbito deportivo sin dudas "son pasos hacia el éxito" parafraseando al NBA, Giannis Antetokounmpo.
Por eso en San Isidro quien no hace un mes se despidió de la temporada 2022-23 de Liga Argentina, con escaso tiempo para lamentos, ya empezó a programar la próxima edición, fiel a su filosofía de trabajo.
Pasado un tiempo prudencial tras la eliminación a manos de Ameghino de Villa María en semifinales, el entrenador Daniel Beltramo, siempre directo y autocrítico, en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO reflexionó sobre vivido, y fundamentalmente celebró la permanente motivación que reina en el club en cuanto a su estructura basquetbolística.
-A esta altura ya digeriste aquella despedida en semifinales...
-Las derrotas se aceptan, en el básquet gana el que hace mejor las cosas, aunque emocionalmente no fue fácil de digerir porque queríamos seguir.
Hicimos una campaña para estar entre los primeros y quedamos ahí. Hubo causas puntuales por las que no pudimos pasar y los torneos organizados de esta manera son justos, así que siguió Ameghino que nos ganó bien.
En la fase regular podes tener momentos irregulares, pero en los play off no, tenes que hacer algo bien y que te sostenga en el partido, y nosotros pecamos de inconsistencia, de no poder sostener lo que hacíamos bien.
Como ejemplo tenes el último partido donde hicimos 49 puntos en el primer tiempo y 20 en el segundo. No tuvimos solidez.
-¿La competencia te pone en el lugar donde debes estar, pero más allá de eso, se podía haber dado un paso más?
-Con poquito más hubiésemos podido jugar las finales, pero eso es lo que uno ve, pero es muy difícil de lograr, y ese 'poquito más' que nos faltó tiene que ver con lograr eso de ser un equipo equilibrado, regular.
Eso depende de muchos factores y no lo logramos. Con nuestra propuesta le sacamos 20 puntos a los rivales, pero después teníamos baches que perdíamos por igual diferencia. Entrar a play off con esa irregularidad es difícil.
-El objetivo prioritario en la temporada era el desarrollo de jugadores y eso se cumplió...
-El club es claro en lo que está buscando, chicos que tenían pocos minutos en estas dos temporadas se han afianzado, son jugadores hechos, que cada vez cumplen roles más importantes.
San Isidro es un club formador de jugadores y eso lo tiene claro, estamos cumpliendo con lo que los dirigentes me propusieron cuando llegué.
-¿Qué otro hecho positivo rescatas de la temporada?
-El hecho de mantener a la mayoría de los jugadores nos dio una identidad de equipo importante, de la forma que van creciendo nuestros jugadores nos dan una base para poder proyectar, hubo momentos del equipo que fueron muy buenos, se perdieron solo 6 partidos en la temporada. Hubo cosas positivas que muestran que ese es el camino.
-¿Hubo algún aspecto que no te satisfizo?
-Lo que no me dejó conforme y eso sí tiene que ver con mi función, es haber tenido un equipo más regular, más consistente para los play off. Las lesiones nos afectaron pero evidentemente hubo decisiones mías que no fueron correctas a la hora de buscar esa regularidad que nos faltó. Entonces tengo que modificarlo en mi programación para que no se repita.
-¿Con la incorporación del extranjero se buscó reforzar la idea del ascenso o simplemente jerarquizar más al plantel?
-En el club nunca se habló de ascenso como objetivo, sin lugar a dudas todos deseábamos profundamente ascender, la llegada del extranjero fue para darnos un plus para llegar más lejos.
Trajimos un jugador extraordinario, una persona que se identificó rápidamente con el club, con los chicos, la verdad, el extranjero más carismático que tuve, pero siempre digo que la suerte en una temporada es la frutilla del postre y este año no la tuvimos.
En ese sentido tuvimos lesiones de muchos partidos que coincidieron con la llegada de Hooper, entonces fue acertadísimo de haberlo traído, pero obviamente queríamos más porque nos instalamos en semifinales que era la base a donde queríamos llegar y podríamos haber dado un paso más, pero la competencia es justa y hay que entenderlo.
-¿El equipo invitó a ilusionarse pero no se pudo seguir, sentís que quedaron en deuda?
-Mirá, absolutamente creo que no quedamos en deuda porque el equipo se brindó al ciento por ciento, trabajó todo el año, en lo personal como siempre di todo, me parece que eso se nota y tiene que ver con el estado de ánimo que se vive en el club.
Los dirigentes que querían seguir, terminaron tristes pero satisfechos, porque vieron que el equipo se brindó por entero.
Y lo más importante es la característica que tiene San Isidro, que luego de haber quedado eliminado, a la semana ya estábamos programando la próxima temporada.
Eso es muy motivante, porque generalmente cuando quedas afuera hay un tiempo donde queda un vacío en el club, en San Isidro eso no sucede, se hizo la cena de despedida y a la semana me llamaron los dirigentes para proyectar la próxima Liga.
-Entonces ya estás trabajando de cara a la próxima edición de la Liga Argentina...
-Mi contrato es de doce meses, tengo que renovarlo, no está confirmada mi continuidad pero no creo que haya problemas para renovar, quiero estar en San Isidro y creo que la postura de los dirigentes es la misma.
Sigo en el club trabajando en las formativas, junto al asistente Julián Badosa y el preparador físico, Daniel Pérez, seguimos con los chicos del club, me gusta esa tarea y fundamentalmente porque los clubes deben entender que el básquet se trabaja los doce meses.
-¿Tratarás de mantener una base?
-Una vez que el club confirme mi continuidad, ya tengo en claro lo que quiero. Seguimos con la idea de modificar lo menos posible el plantel, claro que no depende de nosotros.
Hay que ver si los jugadores se quieren quedar, de arreglar económicamente, pero la intención es mantener la base tal lo cual lo hicimos en la temporada anterior, a la que se sumaría dos o tres jugadores y están los chicos del club salvo que vayan a un destino mayor.
-¿Deseas agregar algo más?
-Soy muy feliz trabajando en San Isidro, y no se trata de felicidad por estar en mi casa sino por la característica que tiene el club que es que los equipos y los dirigentes brindan todo.
Vos terminas y a la semana te citan para empezar a trabajar para la temporada siguiente, lo que es muy motivante. Amo mi profesión y me encanta estar involucrado todo el tiempo en el club, eso es lo que me alimenta y se lo agradezco a San Isidro.