Un Bar para enamorados del fútbol
En Brasil, al menos en las ciudades que recorrimos, hay una gran cantidad de bares, pero Porto Alegre nos regaló uno muy particular. De día es un simple bar, de noche un restaurante, pero a su vez cuenta con un local que compra y vende camisetas de fútbol de todo el mundo. LA VOZ DE SAN JUSTO y AM 1050 visitaron el "Brechó do Futebol", lo más parecido a un viaje en el tiempo.
En el centro de Porto Alegre, en un pequeño bar, el fútbol se vive como una gran pasión. Es que no solo se respira fútbol, se siente y se puede disfrutar entre amigos. Pero no es un bar común, además de cervezas y comida, se pueden comprar o solo ver una colección de camisetas realmente envidiable.
Alcanza tan solo con recorrer el local para ver el sentimiento que hay adentro. Carlos Caloghero, es el creador y dueño del "Brechó do Futebol", quien admitió que su incursión por las camisetas de colección empezó en la Argentina.
La entrada del "Brechó" marca caramente que estamos en Porto Alegre. Por un lado, una pared roja de camisas del Inter y del otro el azul celeste del Gremio. En la secuencia, es el amarillo de la selección brasileña que domina el ambiente. A partir de ahí, la tienda se convierte en un colorido viaje en el tiempo, con camisetas de clubes de todo el mundo. En su gran mayoría, de los años 80 y 90.
Claro está, hay camisetas de equipos de nuestro país, con Boca y River como focos principales, hay una gran variedad, hasta llegar incluso a una de Juventud Antoniana de Salta.
El responsable de la tienda Carlos, habló con LA VOZ DE SAN JUSTO y manifestó: "Es una tienda de barrio. Compramos y vendemos camisetas, es una colección que se auto sustenta. Estoy para comprar, no me importa si tenemos 6.000, quiero tener 7.000 y seguir sumando. Por el momento hay 6.350 más o menos, pero queremos más".
A lo que agregó: "A mí me gustan varias de las que tengo. Algunas son más difíciles. Esta campera es de Brasil del Mundial 1978, la compré hace poco tiempo. Hay de todo. Las de Gremio me las quedo yo (es hincha del equipo de Porto Alegre), tengo una del Santos, firmada por Pelé. No tengo nada de Maradona ni de Messi, pero voy a seguir buscando".
Por último, explicó: "Este negocio lo empecé en Argentina, allá me enseñaron. Acá en Brasil es común que las camisetas de temporada anteriores salgan muy baratas. La primera vez que fui a Buenos Aires en 2002, había una camiseta de Boca porque pensé que me iba a costar barato, pero el "viejo" me pidió 150 dólares. No entendía porque si era una camiseta vieja eso le dije. Pero él me respondió que era una camiseta de colección".