Un tercer tiempo a puro brindis
El cuerpo técnico de Los Charabones sigue celebrando el título y el retorno al Torneo de Ascenso.
Luego de un par de años de incansable búsqueda, consiguieron el derecho de retornar a un sitial de jerarquía en el contexto del rugby cordobés como lo es el Torneo de Ascenso de primera división. Un anhelado sueño que pudieron cristalizar y lógicamente infló de orgullo el pecho de los protagonistas como así también desató el festejo de la gran familia del San Francisco RC.
La obtención del Torneo de Desarrollo hace pocos días atrás en Río Cuarto se sigue disfrutando a pleno. Y no es para menos, si se pudo cumplir el objetivo coronando de esa manera una esforzada temporada.
Precisamente ellos fueron uno de los cimientos sobre los que se edificó la exitosa campaña. Los encargados de la planificación táctica y física, los oradores en esas charlas motivacionales, los responsables de poner en cancha a una saludable formación. Cada uno en su función, alguna más visible que otra, también transpiraron la camiseta pero al borde de la línea de cal.
Así, el entrenador de Los Charabones, Santiago Cejas acompañado del preparador físico, Pablo Bianchi y el kinesiólogo, Martín Verra, compartieron su felicidad con LA VOZ DE SAN JUSTO, y siguieron brindando por el lauro obtenido en un tercer tiempo que parece no acabar.
-¿Qué cualidades destacarías del plantel?
-Una cualidad muy grande que tuvo el plantel fue haber mutado, desde principio de año cuando no estábamos seguros de que torneo íbamos a jugar si el Emergente o Desarrollo. Después de varias charlas, los chicos quisieron encarar un proyecto serio, así que con el cuerpo técnico nos planteamos objetivos.
El primero fue hacer una buena pretemporada que lo logramos, después clasificar a Copa de Oro, jugar semifinales y cuando pasamos a la final era ganar el torneo.
Te decía de lo de la mutación porque a principios de año tuvimos un par de inconvenientes con chicos que no se podían fichar, lesionados, con algunos indecisos que no sabían si iban a jugar. Entonces se fueron sumando durante el año y el grupo se hizo muy fuerte.
Después ese grupo se convirtió en equipo que es lo que se necesita para salir campeón. Fuimos de menor a mayor. (Cejas)
-¿Existió un sólido grupo humano?
-Como se dice, tiene que estar bien la dirigencia, el cuerpo técnico, los jugadores. Y eso es lo que pasó. Después estuvo el tema de la preparación física que fue dura pero excelente, primordial.
El grupo humano fue bárbaro, los chicos siempre estuvieron dispuestos a trabajar. Un ejemplo es que para jugar la última semifinal y final pidieron más días de entrenamiento. Así que le adosamos tres horas más en la semana. (Cejas)
-¿El equipo dio señales en algún momento de que podían ser campeones?
-Fijate que volvimos a mutar en la última parte del campeonato. Perdimos la primera semifinal acá contra Conas, una semana que fue durísima porque veníamos de dos años de llegar a semifinales y quedar eliminados.
Fueron días críticos, había que levantar a los chicos, entonces para la revancha nos fuimos a concentrar un día antes a La Falda, donde hablamos de los objetivos del año, con mucha honestidad, lo que me dio tranquilidad para el otro día porque sabía que iban a dejar todo más allá del resultado. En el partido entraron súper enchufados y lograron la clasificación.
Para la final repetimos, fuimos un día antes a Río Cuarto donde hicimos un fogón en el cual hablamos y se creo un ambiente emotivo. Y el día de la final le sacamos los celulares para que todos pensaran en lo que se iba a jugar y en el equipo.
La verdad que estaban encendidos y lo demostraron en la cancha. El primer tiempo terminó 17 a 17 pero el segundo fue 15 a 0. En el complemento fuimos una tromba gracias al estado físico. (Cejas)
-¿Los chicos mostraron una gran contracción al trabajo?
-A la mayoría de los chicos los conocía porque los tuve en M17, M16 y M19. Ellos saben como trabajo entonces nos fuimos entendiendo.
Siempre dije que podríamos estar 20 veces mejor o 20 veces peor, hacemos lo que podemos y con lo que somos por tratarse de un equipo amateur, por lo tanto no podía exigirlos como si fueran profesionales porque son gente que trabaja. Eso sí, la preparación física no te asegura la victoria pero no te va a permitir el fracaso. (Bianchi)
-Hicieron una buena pretemporada...
-La pretemporada fue bastante buena, arrancamos la última semana de enero. Sin dudas que hicimos un gran trabajo para tener una buena base. En realidad me manejo diferente a otros preparadores físicos, mezclo un poco la vieja con la nueva escuela.
Muchos dicen que no hay que hacer una buena pretemporada y se centran más en un entrenamiento físico- técnico. Yo trato de mechar un poco de casa cosa, por eso sigo con la pretemporada, mucho entrenamiento físico-atlético con carrera de la mano del gimnasio y con algunos ejercicios que sirvieron de preventivos de lesiones. (Bianchi)
-Igualmente aquellos rugbiers golpeados tuvieron en buenas manos...
-Me incorporé este año, hace de abril que estoy. Profesionalmente trabajo en fútbol y básquet pero nunca lo había hecho en rugby. Lo más difícil fue trabajar la ansiedad porque los chicos querían jugar de cualquier manera. Tuvimos lesionados pero lo importante es que para la instancia final se llegó con todo el plantel.
Se trató de una linda experiencia, enriquecedora, es un deporte que tiene una gran variabilidad de lesiones, desde un dedo, tobillo, hombro, columna, cervicales y hay que estar actualizándose permanentemente. (Verra)
-¿Algo para agregar?
- En primer lugar queríamos agradecer a Magali Rivolta que fue la planillera y a Santiago Capello quien fue el encargado de alcanzar el tee (elemento para apoyar la pelota) y el agua al pateador, ellos nos acompañaron todo el año. Queríamos hacerles este reconocimiento porque fueron parte del equipo. Además destacar el recibimiento que nos brindó la familia del club a nuestro regreso a la ciudad donde armamos una ruidosa caravana. (Cejas)
-A nuestras familias que nos bancaron y también agradecer a Martín (Verra) por la tarea realizada, su incorporación fue un salto de calidad para el plantel. (Bianchi).